JOSÉ MORENO/SANTA CRUZ

Unos 500 menores inmigrantes podrían ser trasladados en las próximas semanas desde los centros donde se encuentran internados en Canarias hasta otros en las distintas comunidades autónomas. El traslado fue acordado este jueves durante la reunión que mantuvieron el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y el presidente de Canarias, Adán Martín. Sin embargo, será el Consejo Superior de Inmigración quien el próximo lunes tendrá la última palabra sobre los traslados.

Caldera y Adán Martín fijaron en 300 jóvenes el máximo de menores inmigrantes asumible para garantizar su atención adecuada en los centros dependientes del Gobierno de Canarias, que dan cobijo actualmente a 840 muchachos.Al término de la reunión, el ministro Caldera avanzó que este plan de redistribución podría comenzar a aplicarse en una o dos semanas. El titular de Trabajo y Asuntos Sociales calificó la situación creada por la avalancha de inmigrantes de difícil y añadió que a pesar de eso «hay que aplicar la ley». Por ello, matizó que a «los que llegan ilegalmente hay que repatriarlos, pero cuando no se consigue hay que darles un trato humanitario», en cuyo caso se encuentran los menores inmigrantes, cuya guarda y custodia corresponde las comunidades autónomas.

Desbordados

Caldera reconoció que Canarias «está desbordada y no puede atender adecuadamente a tal número de menores», por lo que aseguró que «vamos a trabajar intensamente con las comunidades autónomas para resolver este problema». «No tenemos experiencia en el reparto de menores pero tenemos excelentes profesionales que sabrán cómo hacerlo, y estoy seguro de que los servicios sociales del Ministerio y de las comunidades autónomas tomarán las mejores decisiones», dijo.

El presidente canario, por su parte, afirmó que su comunidad está dispuesta a acoger «a los chicos que vuelvan a sus casas y muestren deseos de formarse aquí. Es decir, a los que reclamen ser acogidos de forma legal».