El Gobierno no ha contactado con el PP para concretar en privado su pacto en inmigración

Zapatero ha desatendido más de media docena de ofertas de acuerdo por

La Razón, 15-09-2006

Madrid – El Gobierno ha escenificado su intención de poner en marcha un
pacto de Estado en inmigración en reiteradas ocasiones en lo que va de
legislatura. Esa expresión, tan cargada de significado en la Transición,
ha ido perdiendo poco a poco valor ya que ha quedado contaminada por el
uso partidista que se ha hecho de ella, bien para aparentar una
disposición al consenso que no se corresponde luego con hechos concretos,
bien para esconder errores propios.
   La última mano tendida al PP por
parte del Ejecutivo para resolver la crisis de los «sin papeles» se ha
formalizado con cámaras y micrófonos delante, pero nadie del Gobierno se
ha puesto en contacto con algún responsable del principal partido de la
oposición para en privado, donde se cuecen mejor los consensos, buscar
aproximaciones aunque sea para una primera reunión en la que intercambiar
impresiones.
   En las filas del PP se califica de «fuegos de
artificio» la puesta en escena por parte socialista de la oferta de pacto,
que llega, además, después de que Mariano Rajoy moviese ficha y presentase
un paquete de propuestas para hacer frente a la crisis provocada por la
invasión de subsaharianos en las costas canarias. «La experiencia y los
hechos demuestran que el ofrecimiento, como en ocasiones anteriores, no es
sincero y se ha quedado en el plano de las palabras», señala un miembro de
la dirección del PP, aludiendo, en concreto, al voto en contra de los
socialistas a una moción presentada por Coalición Canaria en el Congreso
con medidas para corregir la política impulsada hasta ahora.
   La
hemeroteca guarda registro de cómo en 2001 hubo un intento de pacto del
entonces Gobierno del PP con el PSOE sobre el desarrollo de la nueva Ley
de Extranjería. El PP aceptó la mitad de las enmiendas socialistas, pero,
al final, éstos se descolgaron y llevaron incluso la norma hasta el TC.
   El recorrido de esta legislatura es significativo. En su primera rueda de
prensa, Zapatero ya se comprometió a propiciar un «gran pacto», y a ese
compromiso han ido aludiendo en más de una decena de ocasiones distintos
responsables gubernamentales mientras, en paralelo, se anunciaba y
desarrollaba de manera unilateral el proceso de regularización. Así, en
julio de 2004 la secretaria de Estado de Inmigración anticipó expresamente
que el «pacto» se llevaría a cabo después del desarrollo reglamentario de
la Ley de Extranjería. En febrero de 2005, precisaba que el pacto de
Estado sobre inmigración se abordaría cuando las tareas ligadas al proceso
de regularización «nos dejen un respiro»…
   El PP, a
través de Rajoy, ha tendido la mano a Zapatero en más de media docena de
ocasiones para sellar consensos en grandes asuntos de Estado. Por primera
vez lo hizo en la sesión de investidura, y en la misma línea insistió en
La Moncloa en relación a cuatro cuestiones fundamentales: política
exterior, inmigración, educación y modelo de Estado. Dependencia o Sanidad
son algunas otras materias sobre las que ha hecho guiños al consenso.
   El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, rechazó ayer
el pacto de Estado sobre inmigración porque las «bases» establecidas por
el Gobierno son «irresponsables», informa Ep. Por otra parte, el comisario
de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Joaquín Almunia, abogó por
que no se hagan regularizaciones sin antes comunicárselo a Bruselas.
   

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