Trabaja bajo la fórmula de ‘microcentro’ y rechazaría una actuación que no garantice la atención individualizada
J. napal / a. seminario

Donostia. Máxima preocupación ante una situación que definen como “kafkiana”. La Diputación de Gipuzkoa le dio un toque de atención ayer al Gobierno Vasco al recordarle que los recursos para acoger a menores inmigrantes son “limitados” y están “sobredimensionados”, por lo que cualquier actuación que Lakua quiera emprender a este respecto “debe contar con la opinión y la aquiescencia de las diputaciones”.

A estas palabras del portavoz del ente foral, Koldo Azkoitia, por la mañana, se sumaba a la tarde las declaraciones de José Ignacio Intxausti, director de Juventud y Acción Comunitaria de la Diputación, quien reconoció a este periódico su “perplejidad” por el debate suscitado en torno a la acogida de menores procedentes de Canarias. “¿Como es posible que todavía nadie se haya puesto en contacto con nosotros?”, denunció.

El departamento vive esta situación de “indefinición” desde agosto, cuando la incesante marea de cayucos arribados a las Islas Canarias planteó a las comunidades autonómicas la necesidad de arrimar el hombro. El cruce de declaraciones sigue su curso desde entonces, sin que nadie cuente con los mayores implicados.

Azkoitia indicaba por la mañana en conferencia de prensa que si el Departamento de Asuntos Sociales de Lakua acuerda acoger a inmigrantes mayores de edad y poner las medidas para ello, “es muy libre de hacerlo”, pero en el caso de los menores, advirtió, la consulta “es obligada”.

La Diputación aguarda una reunión – “bien en Madrid o Vitoria” – para consensuar un punto de partida del modelo de trabajo a seguir, aunque no a cualquier precio.

El departamento trabaja bajo la fórmula de microcentro , es decir, que el servicio que se ofrece a los menores no supere las 20 plazas, ni se limite exclusivamente al acogimiento. El fin es permitir el establecimiento de pautas educativas para lograr una adecuada inserción. Según el plan que plantee el Gobierno central, este objetivo podría tambalearse.

Y es que ante la prolongada falta de comunicación entre las instituciones, existe la sospecha, como expresó el director de Juventud, que el Gobierno central pueda limitarse a “cumplir el expediente” distribuyendo a los inmigrantes por comunidades lejos de los “parámetros de calidad” que viene aplicando la Diputación. “Estamos hablando de niños que requieren un tratamiento específico y no se puede trabajar de cualquier modo. Desde luego que no vamos a dejar a nadie en la calle, pero tampoco a cualquier precio. La atención individualizada y la calidad se debe mantener en todo caso, y nos tendremos que ver cara a cara con quien plantee lo contrario”, advirtió Intxausti.

deseo de quedarse Los recursos de la Diputación son limitados y la capacidad de acogida también. La problemática que vive Gipuzkoa al respecto es importante, tal como indicó Azkoitia. Se intenta dar una solución “digna”, aunque no está siendo ni mucho menos una tarea sencilla para el ente foral.

En los últimos tiempos se ha incrementado “sustancialmente” la llegada de menores no acompañados, de los cuales el 80% manifiesta su deseo de permanecer en Gipuzkoa.

En la actualidad la Diputación atiende a un centenar de chavales, 42 de los cuales están en acogimiento de urgencia. La entidad foral cuenta con los centros de Urnieta y Tolosa para darles acogida. En esta última localidad se han registrado denuncias de vecinos por comportamientos “incívicos” de estos menores. El de Tolosa es un centro “transitorio” y está previsto habilitar uno nuevo para verano de 2007 en Donostia, en dos de los edificios del complejo Uba, entre Txomin y el centro comercial Garbera.

centros hosteleros Ante las dificultades existentes para encontrar ubicaciones en las que crear centros de acogida, el Departamento para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social ha optado por acordar con establecimientos hosteleros de distintas localidades la estancia de menores, proporcionándoles al mismo tiempo un acompañamiento educativo previo a su emancipación.

La titular de este departamento, Mari Carmen Marín, ha remitido una carta al consejero de Asuntos Sociales y Vivienda del Gobierno vasco, Javier Madrazo, para que explique cómo se plantearía la acogida de los menores. Por el momento no ha recibido respuesta alguna. “Es increíble, somos los mayores implicados y nadie se ha dirigido a nosotros. No tenemos ni idea de nada. El acogimiento de urgencia es una puerta a la que ni el Gobierno central ni el vasco ha llamado”, insistió el director de Juventud.

Intxausti confesó que la Ley de Extranjería establece “clarísimo” el protocolo de actuación, y las competencias de los gobiernos forales. No entiende cómo “se está pensando modificar” esta normativa al tratarse de un modelo de trabajo que “puede ser criticable o no, pero siempre ha funcionado bajo parámetros de calidad”. El departamento sigue preocupado por esta “indefinición” y aguarda mantener cuanto antes una reunión.

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