El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, anunció ayer que ya habían empezado las repatriaciones de inmigrantes irregulares a Senegal y que había «que hacerlo con discreción».

Sin embargo, en la noche de ayer Senegal abortó el comienzo de las repatriaciones y alegó precisamente la falta de reserva del Ejecutivo. Como dijo el ministro de Trabajo, la discreción es habitual en estos casos porque «a los países que repatrían a sus inmigrantes no les gusta que se haga publicidad». Caldera aseguró que «Marruecos acepta ya a todos sus ilegales», Mauritania los está aceptando y que también se han hecho repatriaciones a Malí.