Procesión
La Virgen acabó en el bar
El Mundo, 14-09-2006GONZALO CABEZA
La Virgen del Cisne, patrona de Ecuador, terminó ayer en un bar al no poder acceder a la iglesia de San Lorenzo en Lavapiés por la negativa del párroco. La cofradía de inmigrantes pide hablar con el obispo para resolver el conflicto La Virgen del Cisne estaba anoche en un bar porque el cura párroco no la dejaba pasar a la iglesia de San Lorenzo, en Lavapiés. Eso es al menos lo que afirma la Asociación Virgen del Cisne, cofradía de ecuatorianos dedicada al culto de la patrona de su tierra, que ayer sacó la imagen de procesión y no la pudo volver a introducir.
Hace un año, el 11 de Septiembre, la imagen de la Virgen entró por primera vez en esta la iglesia. Las decenas de miles de ecuatorianos que hay en Madrid conseguían así un lugar concreto para poder congregarse y rendir culto a su patrona.
La imagen de la patrona ecuatoriana tiene un gran número de seguidores en toda la ciudad; inmigrantes de todas las partes de Madrid acuden a Lavapiés para rezar y los domingos las misas se llenan con cientos de ecuatorianos.
Estos días se celebra la festividad en honor de la Virgen del Cisne. El pasado domingo se celebró un colorido y solemne acto en la Plaza Mayor y ayer los inmigrantes la sacaron por las calles de Lavapiés en procesión. Este año la novedad ha sido la adquisición de una urna de cristal para guarecerla, y este nuevo artilugio ha sido también, según representantes de la asociación ecuatoriana, el desencadenante del problema actual, ya que el párroco de la iglesia de San Lorenzo, en la que habitualmente se ubica esta imagen, no admite que la patrona de Ecuador entre en el templo dentro de una urna.
Según miembros de la asociación ecuatoriana, cuando ayer por la tarde llegaron a las puertas de la iglesia el cura no les dejó pasar, les expulsó «a empujones y con muy malas maneras»; además, comentan que el párroco llegó a comentar que «en la iglesia sólo manda él».
Intereses económicos
La presidenta de la asociación, Carmen Ballagán, afirma que los intereses económicos están presentes en este caso. Los ecuatorianos son el grupo que aporta la mayor parte de las limosnas a la parroquia. «Antes iban 10 o 15 personas y se recaudaban unos pocos céntimos», dice la presidenta, pero actualmente, con la llegada de los ecuatorianos, «acude al templo mucha más gente que aporta mucho dinero porque son un pueblo muy devoto». Para Ballagán, la importancia del tema económico es uno de los motivos por el que «se está perdiendo la fe en España».
Hace un año, el párroco, con el que EL MUNDO intentó ayer ponerse en contacto sin éxito, ya señalaba que existían ciertos problemas porque «los feligreses tienen que tener claro que la iglesia no es un santuario».
Según la asociación ecuatoriana, otra de las trabas que puso el sacerdote responsable del templo para no dejar entrar a la Virgen fue que, según el párroco, no tenían permiso para procesionar la imagen, aunque ellos defienden que tienen todos los permisos pertinentes.
Los inmigrantes piden hablar con el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, para resolver el conflicto. Hasta el momento no lo han conseguido porque el secretario del obispado, que reside en la parroquia de San Lorenzo según cuentan en la asociación, «ha puesto trabas para que las peticiones lleguen al cardenal».
Tampoco piden que la Virgen se quede ahí para siempre; según un portavoz de la asociación, sólo quieren «un sitio en el que poder rendir culto a la Virgen sin sobresaltos».
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