Senegal rechaza dos vuelos que iban a repatriar a sus inmigrantes

El Mundo, 14-09-2006

TERESA CRUZ / A. DEL BARRIO

LAS PALMAS / MADRID

Frustra la operación ‘in extremis’ por la falta de discreción del Gobierno Los subsaharianos estaban ya en los autobuses a punto de tomar el avión Nueva repatriación frustrada a Senegal y nuevo patinazo del Gobierno. Cuando el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, había anunciado que se reanudaban las expulsiones al país africano; cuando los 120 senegaleses ya estaban anoche instalados en los autobuses a punto de subirse al avión; cuando el director del centro de internamiento ya había expedido el certificado necesario para su partida; cuando ya estaba todo listo, las autoridades de Senegal dieron el no por respuesta en el último minuto.


Ninguno de los dos vuelos que tenía previsto aterrizar en Dakar con 60 senegaleses cada uno despegó anoche del aeropuerto de Fuerteventura en Canarias, según informaron a EL MUNDO fuentes policiales.


La excusa: el requisito de discreción absoluta que debe reinar en estos vuelos no se cumplió. El Gobierno ha vuelto a tropezar de nuevo con la misma piedra provocando el enfado del régimen de Abdoulaye Wade. En la primera ocasión, fue el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien anunció a bombo y platillo, durante el Debate del Estado de la Nación, que iba a comenzar la repatriación de 623 senegaleses.


El primer vuelo, que sí llegó a aterrizar en Dakar, provocó la airada reacción del Ejecutivo senegalés, que acusó a España de vulnerar los Derechos Humanos por trasladar a los inmigrantes engañados y esposados. Bajo estas acusaciones, se escondía el malestar por el hecho de que Zapatero divulgase a las cuatro vientos las expulsiones de sus compatriotas, que son muy impopulares en los países de origen.


Ayer la situación se repitió. Esta vez era el ministro de Trabajo quien confirmaba las expulsiones y otras fuentes gubernamentales facilitaban la hora de salida del avión a las 22.00 horas en Canarias (23.00 hora peninsular).


La presencia de periodistas en el aeropuerto de Fuerteventura indignó a las autoridades senegalesas, que decidieron cancelar in extremis los dos vuelos. Desde Dakar, las Fuerzas de Seguridad también confirmaron a Reuters que las repatriaciones estaban suspendidas.


Durante el martes y el miércoles, los policías canarios han trabajado a destajo para tener listos los expedientes de los subsaharianos que iban a ser deportados. De hecho, el Gobierno canario ha reclamado la presencia de otros 450 policías con el fin de poder materializar las expulsiones. Los agentes canarios esperaban los refuerzos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Barcelona, que en principio, se iba a desplazar a la zona.


Una vez que saltó la liebre, el desplazamiento de los senegaleses a su país se estaba intentando hacer con sumo sigilo. El viaje no figuraba en el plan de vuelos del aeródromo de Fuerteventura, que, de hecho, cierra a las 22.00 horas, con lo que se iban a realizar con el aeropuerto a medio clausurar.


El Gobierno tenía previsto expulsar a cientos de inmigrantes senegaleses y había fijado un calendario de repatriaciones con Senegal, que ahora habrá que recomponer una vez más. El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, viajó de improviso el martes a Dakar para reunirse con el presidente de ese país, Abdoulaye Wade, y cerrar el calendario.


El Ejecutivo ha realizado una intensa actividad diplomática con las autoridades de Senegal, que no parece dar los frutos apetecidos.

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