Las ONG alertan de que los subsaharianos llegados a la Comunitat desde Canarias están abocados a la marginalidad. “Están en un limbo jurídico”, aseguraron fuentes de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. Moustpha Saub llegó el lunes desde Senegal convencido de que podrá trabajar y quedarse en la Comunitat. “No tienen futuro”. Así se expresaba ayer Sara Verdú, coordinadora en la Comunitat Valenciana de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). “Los inmigrantes llegan sin documentación y la mayoría proceden de países con los que no existen convenios de colaboración para poder ser repatriados”, advirtió. Esta asociación, junto a Cruz Roja, se hace cargo de la mayor parte de los irregulares enviados por el Gobierno a la Comunitat.

“Los subsaharianos tampoco pueden regularizar su situación en España y por tanto no pueden trabajar. Se están creando bolsas de marginalidad perjudiciales para la sociedad”, aseguró la responsable de la organización humanitaria.

Fuentes de Cruz Roja explicaron que su principal objetivo es ayudar a los inmigrantes a salir de una situación muy precaria. Sin embargo, los subsaharianos llegados desde Canarias no lo ven igual. “Los papeles no son importantes porque si quieres trabajar encuentras algo”, afirmó Moustpha Saub, que llegó el lunes procedente de Dakar. “Nos han dicho que no cobraremos tanto como imaginábamos pero si queremos trabajo alguien nos dará”, afirma Saliou Fall.

“Para nosotros cualquier trabajo es bueno, sabemos que podemos encontrarlo incluso sin papeles”, afirmó Modou Diouf, senegalés de 33 años de edad.

Más plazas

CEAR ha acogido desde principios de año a 554 subsaharianos trasladados desde Canarias. En Cruz Roja han atendido en el mismo periodo a 427 irregulares. Fuentes de la organización explicaron que se ha incrementado el número de plazas gracias a un convenio firmado con la Conselleria de Bienestar Social. CEAR está trabajando con el Ministerio de Asuntos Sociales, a quien comunica las plazas que quedan libres y que son inmediatamente ocupadas por nuevos inmigrantes llegados desde Canarias.

El Consell reclamó más financiación para atender a los inmigrantes enviados desde Canarias en la reunión mantenida el pasado lunes con los secretarios de Estado de Inmigración y Seguridad, Consuelo Rumí y Antonio Camacho. Pidió además conocer cuántos irregulares llegarán en los próximos meses para incrementar el número de plazas. Tras los últimos traslados a la Comunitat Valenciana, las dos organizaciones y el Hogar Social Juvenil (Hosoju) acogen en estos momentos a 76 inmigrantes, que podrán permanecer en los pisos tutelados, hostales o habitaciones asignadas por un plazo máximo de 15 días. “Algunos se van antes porque tienen miedo de ser expulsados”, aseguró el padre Fernando Giacomucci, fundador de Hosoju.

Pese al temor de los inmigrantes, tanto Cruz Roja como CEAR afirmaron ayer que el Gobierno no ha ejecutado ninguna expulsión entre los inmigrantes atendidos por las dos organizaciones humanitarias durante este año.

Fuentes de Delegación de Gobierno aclararon ayer que se han expulsado en 2006 más de 57.000 irregulares en toda España, aunque no facilitaron datos por autonomías.

Los inmigrantes reciben asistencia jurídica, laboral y las organizaciones humanitarias les ponen en contacto con sus familiares o amigos en la península. “La mayoría tienen alguien a quien recurrir”, explica Sara Verdú, que aseguró que “no sabemos de ningún inmigrante que ahora esté viviendo en la calle”.

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