Un discurso fast, así califican medios estadounidenses como The Washington Post la intervención de Donald Trump. Fue una intervención televisada en horario de máxima audiencia que pretendía ser un paseo por los triunfos del presidente de Estados Unidos para relanzar su popularidad, pero que terminó apisonando algunos temas en escasos 18 minutos con un tono belicoso, según lo califica The New York Times. «Heredé un desastre», aseguró sobre un país que definió como invadido por inmigrantes ilegales hace solo un año, con la industria vaciada y sus ciudades plagadas de delincuencia. Echó mano de las coletillas que suele repetir en los mítines para asegurar que todos estos problemas se han resuelto y prometió un incremento de los sueldos. Todos los analistas creen que se trataba de dar la vuelta a unas cifras que aseguran que el 57 % de los ciudadanos desaprueban su gestión en general y solo el 36 % aprueban la económica. Entre quienes se declaran independientes ideológicamente, solo lo aprueban tres de cada diez.

Más dinero para las familias. «Hace un año, nuestro país estaba muerto. Estábamos completamente muertos. Nuestro país estaba a punto de fracasar. De fracasar por completo», sostuvo el líder republicano, quien añadió que Estados Unidos es ahora el país más audaz del mundo gracias a sus políticas, desde la migratoria hasta la internacional y financiera. Incluso se felicitó por haber conseguido reducir el precio de los huevos o del pavo tradicional de Acción de Gracias, en unas declaraciones plagadas de exageraciones. Sin embargo, las familias estadounidenses continúan descontentas por el elevado coste de la vida, de la gasolina y de los productos de consumo diario. Los precios siguen por encima de los objetivos fijados por la Reserva Federal. Y, para colmo, el desempleo en noviembre ha sido superior al que dejó Biden cuando abandonó el despacho oval. Por ello, prometió que en el 2026 se reducirán las tarifas eléctricas, el importe de los medicamentos (algunos de los cuales asegura que ya ha rebajado un 400 %), la presión impositiva y el coste de las hipotecas, esto último desde enero. El presidente anunció ayudas a las familias, compensaciones a los agricultores, cheques domésticos y una paga a militares.

El dividendo del guerrero. Los cheques del warrior dividend ya están enviados, según subrayó el mandatario republicano. Se trata de un pago especial de 1.776 dólares a aproximadamente 1,45 millones de militares estadounidenses antes de Navidad. «Nadie lo merece más que nuestras fuerzas armadas», afirmó Trump, que aseguró que el país registra ahora un número récord de alistamientos, frente a lo que calificó como «una de las peores cifras de reclutamiento en la historia» del ejército durante el último año de Gobierno de su predecesor, Joe Biden.

El dividendo del guerrero. Los cheques del warrior dividend ya están enviados, según subrayó el mandatario republicano. Se trata de un pago especial de 1.776 dólares a aproximadamente 1,45 millones de militares estadounidenses antes de Navidad. «Nadie lo merece más que nuestras fuerzas armadas», afirmó Trump, que aseguró que el país registra ahora un número récord de alistamientos, frente a lo que calificó como «una de las peores cifras de reclutamiento en la historia» del ejército durante el último año de Gobierno de su predecesor, Joe Biden.

Venezuela

Una mención de pasada. Horas antes del discurso el polémico republicano, Tucker Carlson había afirmado que Trump planeaba anunciar el inicio de la guerra con Venezuela. Sin embargo, el mandatario apenas aludió a la crisis caribeña.