«Qué triunfazo. Felicitaciones, fue glorioso», fue lo primero que le dijo

el presidente Javier Milei al recibir en la Casa Rosada al electo presidente de Chile, José Antonio Kast. El líder del Partido Republicano

no esperó ni 48 horas desde que se proclamara su victoria frente a la oficialista Jeannett Jara, para volar a Argentina

y dejarse apadrinar por el autoproclamado abanderado de la derecha en la región. «Eres un ejemplo», respondió Kast ante el efusivo saludo del lider libertario. Ambos saben que una foto juntos es un mensaje de alineamiento geopolítico.

En efecto,

la visita de Kast acelera la apuesta de Milei de crear un eje de derecha en la región.

Y Kast sabe que posar al lado del líder libertario le puede generar auspicios desde la Casa Blanca. Ambos ya se conocen desde la Conferencia de Acción Política Conservadora. El presidente argentino expone con frecuencia su estrecha relación con EE UU y la posibilidad de

una liga de presidentes de la derecha sudamericana es uno de los temas de conversación con Donald Trump.

Una de las ideas que comparten los tres mandatarios es su política antimigratoria.

Kast, en su campaña, prometió a Chile desalojar a los inmigrantes ilegales

«que traen problemas» y les aconsejó empezar a irse de una buena vez con la posibilidad de llevarse sus cosas «porque una vez que los echemos se llevarán solo lo que lleven puesto», amenazó. Incluso grabó un vídeo en la frontera con Perú. Desde luego, la diáspora de venezolanos ya empezó, lo que ha generado a su vez un refuerzo de la fronteras por parte de Perú.

Milei le envió un mensaje a Kast apenas se conocieron los contundentes números de la victoria, cuando le ganó, con casi con el 60% de los votos, a la candidata de izquierda, Jeannette Jara. «Un paso más de nuestra región en defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada. Estoy seguro de que

vamos a trabajar juntos para que América abrace las ideas de la libertad y podamos liberarnos del yugo opresor del socialismo del Siglo XXI

», escribió Milei muy entusiasta en sus redes sociales, ante la llegada de un nuevo miembro a «su club de amigos». En cambio, con el actual mandatario chileno Gabriel Boric, Milei había tenido fricciones. El presidente argentino viene tejiendo redes para llevar adelante una liga de derechas en la región que profundice la sociedad de su Gobierno con EE UU. En ese trayecto, por ejemplo, participó, a comienzos de noviembre, de la investidura como presidente de Bolivia de Rodrigo Paz Pereira. A la cita asistieron también otros afines a la iniciativa, como fueron Santiago Peña (Paraguay) y Daniel Noboa (Ecuador).

Para confirmar su papel protagonista como constructor de este eje de derechas en la región, en uno de sus mensajes en redes sociales,

Milei subió un mapa de Iberoamérica y pintó de azul a los países de «derechas» y de rojo a los de «izquierdas». «La izquierda retrocede y la libertad avanza» escribió.

Desde Chile la periodista y experta en comunicación estratégica, Andrea Sierra menciona que

la llegada de Kast a La Moneda genera expectativas. “En Chile hay una gran sensación de inseguridad y estancamiento económico, además de un fuerte clima antiinmigración.

Y precisamente allí está la oferta de valor del presidente electo, cuyo triunfo ha traído una sensación de mayor confianza en el futuro, lo que se traduce en expectativas. También está presente otra capa, que tiene que ver con el temor producto de la polarización y si efectivamente la izquierda más radical le permitirá gobernar y llevar adelante su programa. Desde el centro, la forma en que aborde la inmigración y sobre todo el trato humano”, apunta.