Los funcionarios judiciales de Arona (Tenerife) trabajan 17 horas seguidas para atender entre 300 y 500 ‘sin papeles’ diarios La inmigración irregular no sólo ha saturado los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Canarias y la comisaría de Las Américas, en el sur de Tenerife. Ahora, quienes han levantado la voz de alarma son los funcionarios de los juzgados de Arona, el municipio desde el que se tramita la mayoría de los expedientes de los inmigrantes sin papeles.

Este Partido Judicial sufre el colapso desde el pasado mes de diciembre, fecha a partir de la cual la llegada de cayucos se ha disparado desorbitadamente. Durante 2006, han llegado a las costas canarias 24.467 inmigrantes irregulares a bordo de barcazas, de los que 18.433 han alcanzado las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro, cuyos trámites – en su gran mayoría – han pasado por este Partido Judicial.

A destajo

Entre 300 y 500 inmigrantes pasan a diario por estos juzgados, y los funcionarios han de trabajar a destajo para que no se cumpla el plazo máximo de retención de 72 horas, ya que si no fuera así, los inmigrantes serían puestos en libertad conforme al artículo 17.2 de la Constitución Española.

Sólo en los 11 primeros días de septiembre, han llegado a la provincia tinerfeña 4.183 sin papeles; y ayer había 1.838 a la espera de que se llevaran a cabo los trámites judiciales para su expulsión, según datos facilitados por la Delegación del Gobierno en el archipiélago.

La portavoz de los trabajadores, Elisenda García, denunció a EL MUNDO que todo el trámite relacionado con la medida cautelar de internamiento de los inmigrantes «genera un trabajo desbordante, que obliga a los funcionarios a realizar una jornada desde las 9.00 horas hasta las 2 de la madrugada del día siguiente, es decir, de unas 17 horas». El reglamento sobre los servicios de guardia de este cuerpo, sin embargo, tiene horarios establecidos «más dignos, que nosotros estamos siendo obligados a no cumplir».

Para la denunciante, «lo triste y sorprendente de todo esto es que la situación se ha ido convirtiendo en algo cotidiano y en un auténtico circo».

Los trabajadores de los juzgados del sur de Tenerife insisten en que los ciudadanos se están viendo desatendidos porque estos organismos están volcados en los inmigrantes, «lo que está generando situaciones de malestar general, ya que a ellos les dedicamos el 90% de nuestro tiempo».

Asimismo, aseguran que no pueden sacar «los expedientes habituales de los distintos delitos, como los de violencia de género, porque lo prioritario son los detenidos que llegan en cayucos».

Cien horas semanales

«Nosotros no tenemos la categoría de los funcionarios de la Plaza de Castilla en Madrid, que hacen guardias de 24 horas, descansan dos días y entra otro juzgado nuevo a realizar la guardia pertinente. Nosotros superamos habitualmente las 100 horas semanales», señalan los afectados por la situación en un escrito dirigido al Diputado del Común, el equivalente en las islas Canarias al Defensor del Pueblo.

Una carta en la que denuncian no encontrar el debido apoyo, «ni por parte de los Partidos Judiciales, ni por parte de las instituciones», y en la que se pone de manifiesto que «los ciudadanos serán víctimas del atraso que se genera en la Justicia».

Los funcionarios de los juzgados de Arona reclaman públicamente en el documento la puesta en marcha de mecanismos que les permitan la agilización del trabajo acumulado y la ordenación de «un horario digno».