Los libros de la semana: de la tiranía de la corrección política a la sororidad en tiempos nazis
Entre las novedades editoriales, destaca una nueva novela de la cubano-mexicana Gabriela Guerra Rey, así como la literatura experiencial de Alan Pauls
La Razón, , 13-12-2025«Las puertas del tiempo», Gabriela Guerra Rey (9/10)
Huir a través del autoerotismo y una biblioteca proscrita
Por Jesús Ferrer
La escritora, editora e investigadora cubano – mexicana Gabriela Guerra Rey (La Habana, 1981) ha consolidado una espléndida trayectoria narrativa. Su escritura incide en contenidos autobiográficos, un emotivo lirismo que incluye la crudeza de conflictivas situaciones, el costumbrismo crítico cercano al realismo mágico, la elaborada construcción de personajes, la denuncia de lacerantes injusticias sociales, una prosa de cuidada factura clásica, y una fascinante simbología mítica.Con estos referentes, «Las puertas del tiempo» ofrece una historia de doloridas experiencias, conmovedoras nostalgias y asumidas soledades. La adolescente Remedios huye de Cadenas, su isla natal, impulsada por un deseo de libertad personal y de identitaria realización. Intentará paliar su íntima desolación mediante el erotismo de la autosatisfacción sexual y el empeño de un viaje sin fin que pueda dar sentido a su vida.
Pura literatura
En su imaginación crecerá una biblioteca ideal edificando un mundo de ficciones filosóficas y literarias, un canon del sufrimiento para mitigar la soledad de su trasterrada existencia: «Construye los dolores de su vida, y a medida que conoce a los poetas del dolor, que la visitarán en su biblioteca de papel, se apropia también de sus dolores y construye, sin saberlo, el monstruo en el que ella misma va a transformarse». En un eficaz desdoblamiento autorial acabará hallando un «no – lugar», La Eternidad, «llena de puertas del tiempo» que se abren a un laberinto de ficciones literarias, escritores admirados, pulsiones estéticas y dilemas morales. Escritura de valiente expresividad, no rehúye la crudeza de un sufrimiento marcado por el exilio, la desubicación personal, la fracasada búsqueda del amor y el fantasma de la desilusión. Una excelente novela constituida de pura literatura.
Lo mejor: La configuración de la atormentada protagonista y su aspiración a la independencia social y la libertad íntima
Lo peor: Nada negativo a objetar porque se trata de una novela de fascinante temática y que posee un elaborado lenguaje
«Manía», Lionel Shriver (9/10)
Cuando la corrección política se convierte en una tiranía
Por Diego Gándara
La nueva novela de Lionel Shriver (Gastonia, Carolina del Norte, 1957) transcurre en un pasado reciente más o menos imaginario durante el año 2011, en un mundo en el que la civilización occidental ya no tiene la fuerza de otras épocas y comienza a perder fuelle ante la aparición de una ideología llamada Paridad Mental que, detrás de sus buenos propósitos, esconde el deseo de hacer del mundo otra cosa: un lugar políticamente correcto en el que no existen cosas como por ejemplo la estupidez, que ha cambiado de nombre y ahora se llama procesamiento alternativo. No todo el mundo está dispuesto a aceptar los dictados de la Paridad Mental, que busca, con vocación cancelatoria pero abogando por los nuevos derechos civiles, eliminar cuanto suene a discriminación. De todos modos, Pearson Converse, una profesora universitaria de Literatura y conferenciante que ve con preocupación el crecimiento de esta deriva ideológica, decide hacerles frente a sus partidarios.
Homogeneidad intelectual
Satírica, distópica y cruelmente divertida, en «Manía» Shriver, que saltó a la fama en 2005 con «Tenemos que hablar de Kevin», ofrece una imagen por momentos aterradora de lo que significa vivir en un mundo que pretende una igualdad intelectual y que restringe el uso libre del lenguaje. Porque Pearson, al enfrentarse a esta nueva ideología con actos, se verá en la obligación de, por un lado, defenderse, y por otro, de refugiarse en su mejor amiga, Emory. Con un estilo llevadero, acorde al sarcasmo que destila la prosa de Shriver, la autora muestra lo que sería vivir en un mundo que, de alguna manera, ya es el actual, donde el nuevo orden ya no busca la libertad como en otras épocas sino el control total de la vida, la homogeneidad intelectual. Un mundo en el que, como dice un tango de Discépolo, valen lo mismo un burro que un gran profesor.
Lo mejor: La trama, distópica, sarcástica, está bien ejecutada, dentro de un marco alocado y en el que las buenas intenciones sólo conducen a lo atroz
Lo peor: Más allá de su toque crítico y de que se imagina un futuro poco libre, la obra no deja de moverse entre cierta superficialidad
«Alguien que canta en la habitación de al lado», Alan Pauls (8/10)
Alan Pauls, cuando la literatura es como una experiencia de vecindad
Por Ángeles López
Leer a otros para saber quién se es: esa podría ser la hipótesis secreta que modula este volumen de ensayos donde la crítica deja de ser un ejercicio de potestad para convertirse en una forma de intimidad. A lo largo de casi tres décadas de textos se despliega una constelación de autores que no responde a un plan histórico ni a un canon, sino a una biografía de lector: una vida organizada por libros, frases, obsesiones, desvíos y hasta desvaríos. Aquí la literatura aparece como una experiencia de vecindad. Se escucha al otro escribir como quien oye entonar cantos desde una habitación contigua: con cercanía, pero sin expropiación. Woolf, Kafka, Arlt, Mansilla, Walsh, Puig, Borges, Piglia, Aira, Saer o Chejfec son menos «sujetos de estudio» que presencias activas, potencias que incomodan, estimulan y desconciertan al lector que las invoca.
Geografía literaria
La prosa tensionada acompaña esa ética. Es una escritura sinuosa, atenta al ritmo del pensamiento, capaz de moverse entre el concepto, la narración y la confidencia sin perder masa atómica. Las definiciones deslumbran y funcionan como núcleos de sentido más que como tesis demostrables. Se trata de pensar junto a la literatura, no de pensar sobre ella. Ni disertar. Hay también una toma de posición clara contra las formas amansadas de la crítica: la lectura escolar, la interpretación moralizante, el comentario que neutraliza el desconcierto del texto. Aquí la crítica es una práctica de riesgo, afectuosa, atravesada por la admiración y el desconcierto. Puede objetarse al libro cierto aire endogámico, una geografía literaria marcadamente rioplatense que exige un lector atento y cómplice. Pero ese límite es parte de su fuerza. No se trata de una teoría de la literatura, sino de algo más original y más vivo: el relato de cómo la literatura concierne a nuestras vidas.
Lo mejor: Convierte la crítica literaria en autobiografía intelectual, uniendo lucidez teórica, emoción, memoria y prosa exquisita
Lo peor: Su endogamia literaria y densidad referencial pueden alejar a lectores poco familiarizados con ese mapa cultural
«La escuela de las novias nazis», Aimie K. Runyan (9/10)
Sororidad y fortaleza femenina en tiempos del horror nazi
Por Lluís Fernández
Situar una novela sentimental en la Alemania nazi, en la pavorosa noche de los cristales rotos, cuando dio comienzo la quema de negocios judíos y la deportación masiva a los campos de concentración, es una idea muy atractiva. Y aún más si los personajes femeninos van a casarse con prominentes cargos de las SS y deben pasar un periodo de aprendizaje en la famosa Escuela de Novias dirigida por una de las mujeres más relevantes en la jerarquía de Tercer Reich: Gertrud Scholtz – Klink. So pretexto de enseñar a estas jóvenes racialmente puras a cocinar, cuidar el hogar y engendrar muchos hijos para el Führer, se las adoctrinaba en el racismo y el odio al diferente. Dos de las tres protagonistas pertenecen a la clase alta berlinesa: una aspira a conseguir un marido que la eleve de estatus y la otra, que ha enamorado a un guapo capitán de las SS, sueña con estudiar medicina y aplazar su matrimonio con este monstruo y encarnación del patriarcado opresor.
Error fatal
La tercera en discordia es una chica de padre ario y madre judía cuya apariencia y el apellido, Altman, le permiten sobrevivir en medio de las hostilidades antijudías. Es el elemento catalizador del melodrama sentimental, y el nazismo, el desencadenante de la hamartia: ese «error o pecado» que impide a la heroína hacer lo correcto a causa del infortunio. En cuanto a las dos amigas que tratan de ayudarle incurren en el mismo error fatal por su ambiguo comportamiento: aceptan el nazismo para salvar a su amiga judía. A pesar del decorado histórico, la novela encaja en la ficción postfeminista de la «chick lit». Ruynian sabe cómo instilar esta ideología apelando a la sororidad sin desvirtuar el melodrama romántico. Un mundo de mujeres fuertes que se enfrentan al horror nazi con valentía. Una obra muy bien escrita con un trasfondo histórico que atrapa.
Lo mejor: Cómo Ruynian modela los personajes y narra los hechos a través de un estilo literario impecable
Lo peor: Durante la trama se prefiere instilar la ideología feminista durante el nazismo por encima del relato histórico
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