El

sector de la construcción

se enfrenta a un

déficit estructural de mano de obra que cifra en unos 700.000 trabajadores. La destrucción de parte del tejido empresarial de este negocio durante la Gran Recesión, así como lo poco atractivas que resultan las ocupaciones que se ofrecen a ojos de muchos trabajadores han provocado estos agujeros en las plantillas que el sector cree que se podrían rellenar, como está ocurriendo en otras ocupaciones, con trabajadores extranjeros.

Para lograrlo, la construcción ha remitido al Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones un

proyecto piloto para incorporar 12.000 trabajadores extranjeros de forma inmediata a sus empresas.

La patronal y los sindicatos del sector rubricaron a principios de noviembre la actualización del

VII Convenio Colectivo General del Sector de la Construcción. Entre algunas de las cuestiones acordadas está la de promover medidas que faciliten la incorporación al sector constructor de mujeres, jóvenes y migrantes.

Para reclutar trabajadores extranjeros, tanto las empresas como los representantes de los trabajadores consideran prioritario

poner en marcha programas que faciliten el arraigo por formación para trabajadores que se encuentren en situación administrativa irregular

de acuerdo al marco legislativo internacional y con respeto a las condiciones de trabajo establecidas en la normativa nacional de referencia.

Con este objetivo en mente, la construcción ha remitido al departamento de Elma Saiz un

proyecto piloto que persigue, en una primera fase, formar a 12.000 extranjeros que o bien estén en situación administrativa irregular o bien estén atendidos en el Sistema de Acogida de Protección Internacional (SAPI).

El programa, según explican fuentes conocedoras del mismo, contempla una serie de

cursos de formación profesional ya reglados

y con una duración que oscila entre las 20 y las 90 horas que permitirían a los interesados lograr ese arraigo por formación. Entre los oficios que se enseñarían están algunos de los más demandados por el sector como los de albañil, solador – alicatador, yesista, encofrador o peón de obra pública.

Orientación antes y después de los cursos

Esta preparación se completaría también con campañas para captar a posibles interesados, una orientación laboral ex ante y también ex post para orientar a los interesados en su inserción en el mundo laboral, intermediación con empresas interesadas en contar con esta mano de obra en sus plantillas y un seguimiento y evaluación de sus resultados.

Para impartir los cursos, la construcción está dispuesta a ofrecer las dependencias de su plataforma formativa, la

Fundación Laboral de la Construcción

, en la que ofrece preparación para los empleados del sector.

El grueso de estos cursos se impartiría en Andalucía, donde se formaría a algo más de 2.400 futuros trabajadores del sector, seguida de la Comunidad de Madrid con algo más de 2.300 y Cataluña, con cerca de 1.600.

La financiación del proyecto correría con cargo a las arcas públicas, aunque como explican estas fuentes, el coste estimado, unos

8 millones de euros

, no es elevado teniendo en cuenta el número de trabajadores que se podrían incorporar al sector. Se trata, en todo caso, de un coste que dependería del número de solicitudes.