Este año se cumplen 500 años del documento encontrado más antiguo en el que se habla de la presencia de la comunidad romaní en la … Península. Con el fin de reinvindicar la aportación cultural de esta comunidad a Gipuzkoa, la asociación gitana por el futuro de Gipuzkoa (Agifugi) ha organizado Ijiton Webinar 2025, un encuentro cultural que tendrá lugar entre hoy y el sábado en la Casa de la Cultura de Intxaurrondo. Kike Jiménez, director del proyecto, explica que esta iniciativa «pretende visibilizar y luchar por los derechos» de los más de 3.000 gitanos que hay en la actualidad en el territorio.

– ¿Cómo surge Ijiton?

– Ijiton nace en abril de este año y lo hace con la efeméride de que se cumplen 500 años del primer documento oficial que habla de personas romaníes en la Península Ibérica. Además, el 8 de abril es el Día Internacional del Pueblo Romaní. Por eso el primer número de nuestro magacín digital se publicará ese día y pondrá en valor las aportaciones culturales que ha hecho el pueblo romaní al patrimonio cultural y material.

– ¿Qué actividades incluye el proyecto?

– Además del magacín digital, que se difundirá cada dos meses, está el congreso que vamos a celebrar en Intxaurrondo, que empieza hoy y donde vamos a presentar las diferentes artes contemporáneas desde la visión romaní. Este acto forma parte de un proyecto más grande que también va a incluir otros materiales, como una serie pódcast que va a servir de complemento a los magazines y que se empezará a publicar en febrero.

– ¿Por qué son necesarias iniciativas como esta para el pueblo romaní?

– Para mí son necesarias porque nos sitúan de alguna manera en igualdad de condiciones frente al resto de artistas. Es decir, dejamos de centrarnos solo en la figura folclórica del cantaor o la cantaora. Aunque son fantásticos y han aportado muchísimo a la desestigmatización del pueblo gitano, desde mi punto de vista limita mucho las aportaciones culturales del pueblo gitano. Hay celebridades romaníes que van más allá del baile o del canto, como puede ser Selma Selman, una de las artistas visuales que más proyección está teniendo y que procede de Bosnia y Herzegovina. Por poner más ejemplos en otros ámbitos, también destaca Alina Servan, una actriz rumana que está teniendo una trayectoria impecable. Esas figuras son las que queremos reinvidicar con Ijiton. Esta es una forma de demostrar que las personas de origen romaní también estamos dentro de la cultura contemporánea y que podemos y queremos seguir estando.

– ¿Cuáles son las principales aportaciones del pueblo romaní a Gipuzkoa?

– Oficialmente debería hablarte de que el pueblo gitano tuvo un momento histórico a finales del siglo XIX en el que se creó un idioma llamado Errominchela. Esta lengua es fruto de la presencia romaní en Euskadi porque es una mezcla entre el romanés y el euskera. Principalmente se localiza en zonas muy concretas de Navarra y es una muestra de la voluntad de encontrar puentes entre ambas culturas. En la actualidad hay unas 500 personas que lo hablan. Desde el plano artístico y desde la perspectiva de la hibridación, que es en lo que nos vamos a centrar en Ijiton, hay muchos artistas que han surgido en Euskadi, como puede ser Sonakay, un grupo de origen gitano que, entre otras cosas, versionaron el himno de la Real Sociedad en 2021.

– ¿Qué es esa hibridación?

– Es preservar nuestra propia identidad cultural, pero también abrazar la otra, en este caso la vasca. Un ejemplo podría ser un versionado flamenco de Mikel Laboa que hizo un cantante del grupo que ya he mencionado.

– ¿Cuál es la situación del pueblo romaní hoy?

– Las personas romaníes ahora mismo enfrentan los retos de la sociedad como cualquier otro ciudadano. Las preocupaciones son las mismas: el trabajo, la educación…

– ¿Diría que todavía hay estereotipos?

– Es un terreno pantanoso, pero yo creo que sí. De hecho, desde Agifugi se pelea mucho por esa violencia simbólica, que sobre todo viene desde el plano institucional. Es cierto que, en los últimos años, hemos tenido la suerte de que las instituciones vascas nos han apoyado muchísimo y hacen una gran labor para evitar que esto siga dándose. Pero aún existen clichés.

– ¿Cuáles son los más dañinos o los más perjudiciales?

– Principalmente que por el hecho de ser gitano eres malo. Desde Agifugi o Ijiton estamos en contra de cualquier tipo de delincuencia, pero a nivel personal tengo la sensación de que el hecho de ser gitano está muy vinculado al hecho de ser una persona delincuente: a ser estafador, ladrón… Son clichés que a lo largo de distintos años se han mantenido, pero que vamos combatiendo.

– ¿Una persona romaní tiene las mismas oportunidades que el resto?

– No, evidentemente no. Queda muchísimo trabajo por hacer, sobre todo en el campo de la educación. No entendemos muy bien por qué la cultura romaní no está dentro del currículo educativo. De hecho, una de las líneas que Ijitón trabajará de aquí al 2028 será los encuentros políticos en el que se pondrá en contacto a políticos de Euskadi con políticos como por ejemplo de Portugal, que ya han incluido dentro del currículo oficial la historia del pueblo romaní. En ese sentido, como al final tampoco encontramos referentes y es una historia ajena, no acabamos de cuajar. Existe un montón de personas romaníes que abandonan los estudios tempranamente. No es algo cultural, sino que es una cuestión de no sentirse identificado. Sé el esfuerzo que le ponen los profesores, pero creo que depende más de la delegación de educación. Es decir, desde más arriba. Las instituciones son un acompañante idóneo y que necesitamos a nuestro lado.