En Pozo Estrecho también están que trinan con la Consejería de Educación. Algunos alumnos de Primaria tienen que seguir acudiendo a sus clases a aulas prefabricadas. Ayer se encontraron de nuevo con tan incómodo escenario como centro de estudios.

Aún así, fuentes de la asociación de padres del colegio de la localidad afirman que éstas son claramente insuficientes, tanto por los escolares que hay como por los inmigrantes y aquellos que tienen necesidades educativas especiales. «Tenemos treinta alumnos por aula, cuando la ratio es de 25», indican. El hacinamiento es, casi, un hecho.

Por eso, mientras el consejero de Educación Medina Precioso cumple su promesa de construir una escuela de infantil en el pueblo, ellos piden más aulas prefabricadas.