Los 10 puntos en que, según la encuesta del CIS, ha aumentado la preocupación de los españoles por la seguridad son una razón de peso para que los populares centren una de sus alternativas en esta materia. Así lo dijo ayer Rajoy, quien no desaprovechó la oportunidad para centrar en este capítulo su crítica más dura a la labor del Gobierno de Zapatero.

El incremento de la inseguridad ciudadana, la aparición de nuevas formas de delincuencia – secuestros exprés, asaltos a viviendas – y la entrada de las mafias a través del «coladero» de las fronteras, son para el PP los puntos de partida para elaborar su contrapropuesta al «mayor fracaso de la política socialista», acrecentado por la propia debacle en la gestión del modelo policial.

Con estos mimbres, el PP prepara una cesta de medidas con vocación de aplicación inmediata. La primera es un «plan global de seguridad ciudadana» que, sobre todo, recuperará para las calles la policía de proximidad instaurada por el PP y eliminada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en favor de la Policía Local.

La conferencia impulsada por Rajoy incluirá en sus trabajos un plan global para el control de fronteras, sobre el que él mismo apuntó algunas medidas, en relación con la inmigración ilegal. Además, el PP propondrá un nuevo modelo de gestión policial, con multiplicación de efectivos y medidas procesales para evitar que reincidan los delincuentes excarcelados.