La fórmula valenciana

La Vanguardia, , 28-11-2025

Tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015, el pacto de todas las izquierdas valencianas – PSPV, Compromís (Més Compromís, Iniciativa y Els Verds) más Podemos (más tarde con Esquerra Unida en la coalición Unidas Podemos) – proyectó en toda España la idea de una “fórmula valenciana” que posteriormente sirvió de referencia para el pacto del PSOE con Sumar y Podemos para gobernar España. Conocida también como la “fórmula del Botànic” (por el jardín valenciano donde se firmó el pacto), y con Ximo Puig de president, confirmó que el pragmatismo no solo era virtud de las derechas, y que también todas las izquierdas posibles podían generar complicidades para gestionar un gobierno, en este caso el de la Generalitat Valenciana. Aquella experiencia, inaudita en España, duró dos legislaturas, hasta el 28 – M.

Desde entonces, la “fórmula valenciana” es otra, y también ha servido de referencia para posteriores pactos autonómicos: la unión del PP y Vox. La Comunidad Valencia volvía a ser laboratorio, pero esta vez para ensayar en la dirección contraria, con dosis de involucionismo político. Inicialmente la derecha extrema se instaló en el ejecutivo valenciano, hasta julio de 2024; y posteriormente, Vox optó por estar en la oposición, pero estableciendo una comunión de intereses perpetua que se rubricó en los presupuestos valencianos de 2025 a cambio de concesiones en materia de inmigración, recortes al valenciano o a en la cooperación. Carlos Mazón, bien relacionado con Santiago Abascal, nunca tuvo ningún incidente de estabilidad, a pesar de toda la crisis generada por la dana, gracias a Vox.

Desde ayer, la “fórmula” de las derechas valencianas ha escrito un nuevo capítulo que será referencia obligada para futuros pactos, si son necesarios, tras los combates electorales en Extremadura, Castilla – León y Andalucía. Abascal le ha permitido a Alberto Núñez Feijóo mantener la presidencia valenciana a cambio, como se vio ayer en el debate de investidura, de asumir sus posiciones contra el Pacto Verde, el endurecimiento contra la inmigración o una política fiscal de corte neoliberal, lo que supone establecer un “listón” que se pondrá a prueba en otras geografías. Aunque con muchas mejores formas que Mazón, Juanfran Pérez Llorca, que incluso pidió perdón a las víctimas de la dana, ofreció un discurso en el que asumió gran parte de las exigencias de Vox, excepto la cesión a la guerra cultural de la derecha extrema contra la Academia Valenciana de la Llengua, AVL, y contra el valenciano. Pero el marco del acuerdo, que no consta en documento escrito, es la nueva referencia para el resto de España de lo que Abascal quiere sacar del PP, así en Valencia como en un futuro gobierno en España. La nueva “fórmula valenciana” es el ejemplo del nuevo ciclo político que las derechas quieren establecer, con todas las consecuencias.

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