Lluvia de reacciones a las declaraciones de José Blanco, que aseguró que el mercado de trabajo ya no puede absorber más extranjeros. El presidente de la CEOE afirmó ayer que “habrá problemas” para encajar a la población inmigrante en el mercado laboral, y Rajoy pidió prohibir nuevas regularizaciones masivas. José María Cuevas auguró ayer dificultades para que el mercado pueda dar trabajo a todos los inmigrantes y “más si empieza a haber una oferta de empleo tan desequilibrada”, pero precisó que “ningún mercado de trabajo se puede dar por cerrado a nivel empresarial”. El presidente de la patronal hizo estas manifestaciones tras unas declaraciones del secretario de Organización del Partido Socialista, José Blanco, indicando que el mercado laboral no puede absorber más ‘sin papeles’, por lo que la inmensa mayoría de estas personas “tendrán que ser expulsadas”. Cuevas apuntó que la evolución del empleo tendrá un crecimiento moderado, pero que de ello “no se puede sacar la conclusión de que ya no encaja más oferta”.

Por su lado, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia y del Consejo de Cámaras de la Comunitat, Arturo Virosque, se mostró muy crítico con la política de inmigración del Gobierno y lamentó que sus responsables “se hayan dado cuenta demasiado tarde del gran problema de este país”.

Virosque consideró que la llegada “masiva y descontrolada” de inmigrantes se tenía que haber atajado antes y alertó de que la situación se va a complicar: “El panorama económico está aflojando y el mercado ya no va a necesitar tanta mano de obra”, apuntó.

Para Virosque, en cualquier caso, el papel de la Administración debería ser realizar una regulación “mucho más seria y rigurosa” de la inmigración. “Las personas que llegan en patera son pobre gente que viene sin formación y a las que, además, no se puede formar porque carecen de los conocimientos básicos”, indicó. Los sectores que los acogen masivamente, como la agricultura o los servicios, “empiezan a estar saturados”. “Más del 80% de la mano de obra que llega, sobra”, sentenció.

La patronal autonómica Cierval, por su parte, se limitó ayer a suscribir las manifestaciones del presidente de la CEOE.

El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, afirmó que el mercado de trabajo español “seguirá necesitando durante mucho tiempo el concurso de la población inmigrante”. Gómez aseguró que el mercado de trabajo “debe estar cerrado ahora, ayer y mañana para el empleo irregular”.

Empleo irregular

Asimismo, añadió que Blanco se refería a que el mercado laboral “no puede tener más presencia de empleo irregular, un mercado que necesita que todos los trabajadores estén legalmente, con derechos y con cotizaciones”.

Por su lado, el PP propondrá en el Parlamento una nueva reforma de la Ley de Extranjería para, entre otras cosas, prohibir la regularización de inmigrantes. Esta iniciativa se incluye entre las medidas de su programa electoral en el que va a figurar la inmigración como la primera prioridad de Gobierno. “Éste es un asunto capital”, dijo Mariano Rajoy en una intervención ante la junta directiva nacional del PP, a la que tuvieron acceso a los medios de comunicación, y donde anunció las propuestas sobre las que debatirá este trimestre su partido de cara a las próximas convocatorias electorales. Tras acusar a los socialistas de haber generado un “efecto llamada” con la regularización del pasado año, propuso prohibir por ley tal posibilidad de cara al futuro.

Planteó, asimismo, una reforma del Padrón para exigir que los extranjeros sólo puedan empadronarse cuando demuestren que disponen de la documentación adecuada para residir en el país. Entre otras iniciativas –que el PP elevará al Congreso– se incluyen: el fortalecimiento de los controles fronterizos, especialmente en los aeropuertos internacionales y, en tierra, en la Junquera; garantizar la coordinación a través de un responsable único de inmigración y ampliar a Canarias el despliegue del Sistema Exterior de Vigilancia.

El socialista José Blanco afirmó que no habrá más regularizaciones de inmigrantes en situación ilegal y que quienes lleguen a España sin papeles “tendrán que salir”. Sólo se quedarán, insistió, los que entrenlegalmente.