Las rutas marroquíes están abiertas

ABC, 12-09-2006

Por LUIS DE VEGA

La crisis de las vallas de Ceuta y Melilla se cerró hace once meses con la apertura de una nueva ruta migratoria más larga y peligrosa: la de Mauritania y Senegal. Como explicación se ha esgrimido en repetidas ocasiones el mayor compromiso de Marruecos en la lucha contra este fenómeno a raíz de la mejora de las relaciones con el Gobierno de Zapatero. Ahora las mafias parecen haber optado por desplazarse más al sur.

Pero la masiva llegada de cayucos no ha cerrado del todo las que antes eran las principales vías de entrada. Las tradicionales pateras de madera siguen con frecuencia zarpando desde las playas del Sahara Occidental o el sur de Marruecos para llegar, casi siempre, a Fuerteventura. Al norte, el litoral este de Andalucía sigue recibiendo embarcaciones neumáticas procedentes de Marruecos. El responsable marroquí de cuestiones migratorias y vigilancia de fronteras, Khalid Zerouali, reconocía a principios de 2006 que el Reino Alauí podía seguir acogiendo a unos 10.000 emigrantes clandestinos. Informó además de que Rabat acabó en 2005 con más de 300 grupos mafiosos.

Las últimas llegadas de embarcaciones a Andalucía y Canarias demuestran, sin embargo, que las mafias, aunque en menor medida, siguen manteniendo abiertas las vías de salida que controla Rabat. Ante la dureza de la travesía desde Mauritania y Senegal, muchos candidatos a la emigración siguen manteniendo en su agenda de contactos las redes que operan en Marruecos, casi siempre participadas también por subsaharianos. De esta forma, llegan al país en avión y después optan por la vía del Sahara Occidental, ocupado por Marruecos desde 1975.

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