CRISTINA DE LA HOZ

MADRID. El líder del PP presentó ayer una panoplia de medidas en materia de inmigración que entrarán a formar parte de lo que será su programa electoral de las próximas legislativas. Porque, a pesar de la cercanía de las locales y autonómicas (en mayo de 2007), Rajoy habló, y mucho, ante los miembros de su Junta Directiva Nacional, de la vuelta del PP al poder y, con ello, de propuestas en positivo. Sin rehuir la crítica al Gobierno del POSE – «ha demostrado que es incompetente, ineficaz y demagogo», dijo – , explicó que política y constitucionalmente es obligación del primer partido de la oposición ser crítico, pero, también, plantear alternativas, para lo que el PP tiene como punto de partida el programa electoral con el que se presentó a las elecciones en 2004, «que recibió el apoyo de diez millones de españoles».

«Vamos a formalizar, concretar y enriquecer nuestra propuesta», anunció. Defendió que mientras el PP gobernó «fuimos capaces de resolver problemas como el paro y seremos capaces de resolver el de la inmigración y el de la seguridad porque ganamos en eficacia al PSOE». Y fue en el capítulo de la inmigración en el que se detuvo de forma especial y anunció hasta diez medidas concretas. De hecho, la primera gran conferencia sectorial que celebrará el PP en el mes de octubre será la referida a este materia, convertida en uno de los «puntos clave» del programa, tal y como señaló Rajoy.

Ejes centrales

La modificación de la Ley de Extranjería para que no se puedan efectuar nuevas regularizaciones masivas; acabar con la descoordinación entre ministerios «y con el desbarajuste competencial» mediante la identificación de un único responsable y devolver todas las competencias al Ministerio del Interior; fortalecer los controles de las fronteras, especialmente en los aeropuertos y en la Junquera, además de crear grupos mixtos de policía en varios países de la UE; desplegar el Sive en todas las islas Canarias antes de 2008; alcanzar una dotación presupuestaria suficiente tanto para impedir la inmigración ilegal como para garantizar un tratamiento humanitario a los inmigrantes con la creación de nuevos centros de acogida; constituir un órgano especial de atención a los menores y, por último, exigir la condición de legalidad para poder empadronarse, en la línea fijada por otros Estados de la Unión, son las medidas que forman el grueso de la propuesta popular.

Pero además de éstas de carácter interno, el líder del PP se comprometió ante los miembros de su Junta Directiva a que intentará promover en Europa un paquete de iniciativas para hacer posible una política común en materia de inmigración en cuestiones tales como una regularización homogénea de derechos, de condiciones de entrada, estancia y repatriaciones. Además, con carácter urgente, el líder del PP planteará intensificar, por parte de la UE, la cooperación al desarrollo, primando a los países que colaboren en el control de la inmigración ilegal, y promover la firma de más convenios conjuntos de regulación de flujos migratorios. También creen imprescindible lograr el compromiso de los Estados miembros de no volver a poner en marcha procesos de regularización masiva, tratar de impedir las decisiones unilaterales, así como «homogeneizar las estructuras administrativas responsables en materia de Inmigración en todos los países de UE para compartir normas, objetivos y principios», según se incluye en el conjunto de propuestas elaboradas por el departamento que dirige la responsable de Políticas Sociales, Ana Pastor.

«Vamos a actuar ya», anunció Rajoy para informar que el próximo día 20 se reunirá en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Habrá, además, una doble ofensiva parlamentaria en la Cámara Europea y en el Congreso de los Diputados. En este sentido, el primer partido de la oposición tiene previsto presentar como Proposición de Ley la modificación de la Ley de Extranjería y la reguladora del padrón municipal.

Rajoy comentó que lo peor de la situación creada con la oleada de cayucos es que «ya se lo advertimos al Gobierno, le dijimos que lo estaba haciendo muy mal». «Ha habido una gran irresponsabilidad», dijo en otro momento de su intervención para criticar al Ejecutivo socialista que pida ahora «socorro» a la UE después de sus políticas «erráticas» en esta materia.

Agencia de Gestión de Crisis

Siendo las políticas de inmigración las que centraron su intervención, también hizo mención a lo que en el PP llaman los «problemas del Estado residual». Se trataría de plantear un gran debate nacional, que culminará con una propuesta electoral, «en defensa de un Estado eficaz». En un informe elaborado en este caso por el departamento de Soraya Sáenz de Santamaría, responsable de Política Autonómica y Municipal del PP, y al que Rajoy se refirió durante su intervención, el modelo territorial de Zapatero «se está traduciendo en ejemplos claros de ineficacia, descoordinación e incapacidad del Estado». Un ejemplo es el de la gestión de las grandes crisis, sean estas incendios como los que asolaron este verano Galicia; epidemias (gripe aviar o vacas locas); vertidos (la catástrofe del «Prestige» o Aznalcollar) y crisis meteorológicas (grandes nevadas). La propuesta pasa por crear una Agencia de Gestión de Crisis que coordine a las tres administraciones (local, autonómica y nacional).

Otra muestra de falta de actuación conjunta por la segmentación de competencias y que exigiría, a juicio del primer partido de la oposición, un replanteamiento, afecta a la protección de los consumidores – cabe recordar el caso Afinsa, Fórum Filatélico u Opening – así como la Inspección del Trabajo, de la Seguridad Social y de Hacienda.
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