Bruselas señala el motivo de la desaceleración económica de España: "Los flujos migratorios se van a reducir" por "la falta de oferta en la vivienda"

La Comisión eleva hasta el 2,9% la previsión de crecimiento del PIB español para este año, pero estima igualmente que la economía registrará una sensible "moderación" en el periodo 2025-2027

El Mundo, Daniel ViañaCorre, 18-11-2025

Bruselas elevó ayer en tres décimas la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España para este año y, también, para el que viene. En 2025 el crecimiento proyectado es del 2,9%, mientras que la cifra para 2026 es del 2,3%. Y para 2027, la Comisión adelanta que el repunte será del 2%, esto es, que a pesar de la mejora la desaceleración es muy evidente. Esta tendencia no hace más que agudizarse si se observa que el repunte en 2024 fue del 3,5%, y desde la Comisión Europea señalan el principal motivo de los avances todavía notables del PIB así como de la moderación que se avecina en el mismo. El doble motivo, más bien: la inmigración y el precio de la vivienda.
“Se espera que los flujos migratorios se desaceleren gradualmente a lo largo del horizonte de previsión. Está claro que esto está en línea con una mayor moderación de la economía española. Y la fuerza laboral en España también disminuirá gradualmente. Claramente, menos fuerza laboral procedente de la migración significa que se crea menos empleo. Pero, por otro lado, también un menor desempleo: si la fuerza laboral disminuye, el desempleo también puede reducirse más rápido de lo previsto.”, explican fuentes de la Comisión.
Esto es, que se va a registrar una moderación en la inmigración, que la fuerza laboral será menor y que, en consecuencia, el crecimiento económico también. Pero, al mismo tiempo, al haber un menor número de demandantes de empleo también se registrará una mayor reducción en la tasa de desempleo. De hecho, las proyecciones de la Comisión también recogen que el paro caerá por debajo del 10% el año que viene.
“Se prevé que la tasa de desempleo mantenga su tendencia descendente, alcanzando el 10,4% en 2025 y cayendo por debajo del 10% en 2026 y 2027. Estos niveles no se veían desde hace más de diez años, aunque siguen siendo de los más elevados de la UE”, señala la Comisión en las previsiones de otoño que ayer publicó. En realidad no es que esté entre los más elevados, sino que España sigue siendo el líder de paro de la Unión Europea.
Y volviendo a esa menor inmigración, fuentes del Ejecutivo comunitario continúan: “La vivienda es el gran candidato, especialmente en las grandes ciudades, donde los migrantes tienden a ir con más frecuencia. Y no solo la falta de vivienda asequible, sino la oferta de vivienda en general en las ciudades podría realmente obstaculizar la posibilidad de que los migrantes vengan a España”, certifican.
La radiografía de la Comisión muestra por lo tanto que el fuerte crecimiento español en los últimos trimestres se debe en gran medida a la inmigración. No es que el Gobierno haya transformado la economía o que se estén desarrollando actividades que elevan la productividad. Lo que ocurre es que llega mucha gente a España a trabajar, y que la aportación de estos inmigrantes tira del PIB. En el momento en el que esto se corte o reduzca, que es lo que adelanta Bruselas que va a ocurrir, las cifras de repunte se moderarán.
Pero incluso así, y esto es también muy relevante, el crecimiento de España seguirá siendo comparativamente alto. Las cifras previstas para las grandes economías europeas son estremecedoras. Italia no llegará al 1% de crecimiento anual en ningún del periodo proyectado (2025-2027). Alemania apenas repuntará un 0,2% en 2025 para avanzar un 1,2% tanto en 2026 como en 2027. Y Francia crecerá un 0,7%, un 0,9% y un 1,1% en el mencionado espacio de tiempo. Con todo ello, la media de la Eurozona oscila entre el 1,2% y el 1,4% en los tres años analizados mientras que las cifras de la UE son casi idénticas.
En estos datos se mezclan las consecuencias de la guerra comercial, los problemas industriales que azotan a Europa o el retraso en ciertas tecnologías clave. China y Estados Unidos están en otro planeta, y todo esto no hace más que elevar las amenazas que se ciernen sobre el modelo de bienestar de Europa. “Este pronóstico está plagado de una gran incertidumbre, y el camino por delante está lleno de posibles obstáculos. Si algo es seguro es que la incertidumbre seguirá siendo una característica definitoria de los próximos años”, admitió el comisario de Economía, Valdis Dombrovskis, en la presentación de las proyecciones. Y aunque señaló que Bruselas ha “actualizado al alza nuestras previsiones de crecimiento tanto para la UE en su conjunto como para la zona euro”, añadió que es necesario “actuar”. “Y debemos actuar ahora”. El problema es que parece no estar muy clara la dirección de esa actuación.

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