La Uni�n Cristianodem�crata (CDU) del canciller Friedrich Merz ha cerrado con su socio de Gobierno, el Partido Socialdem�crata (SPD), un acuerdo que marcar� un antes y un despu�s en las ayudas excepcionales de las que han disfrutado los ucranianos en Alemania desde el inicio de la invasi�n rusa. Y lo hace en plena oleada de nuevas llegadas. Desde que el Gobierno del presidente Volodimir Zelenski aprobara, el pasado 26 de agosto, el levantamiento de prohibici�n de salida del pa�s de los varones de 18 a 22 a�os los hombres de 23 a 60 siguen sin poder cruzar la frontera, Alemania registra cada semana entre 1.000 y 1.800 llegadas de j�venes ucranianos que buscan un futuro lejos del frente. “M�s vale un desertor vivo que un h�roe muerto”, es la frase que circula entre colectivos pacifistas y refugiados.

La adaptaci�n de la ayuda social para los ucranianos fue uno de los puntos m�s importantes del acuerdo de coalici�n entre la CDU/CSU y el SPD y, aunque supone uno de los cambios m�s profundos en la pol�tica de acogida desde 2022, todo se resume a una fecha: los ucranianos llegados a Alemania a partir del 1 de abril de 2025 perder�n el acceso directo a la prestaci�n b�sica alemana para personas sin ingresos suficientes el principal subsidio social del pa�s y ser�n derivados al r�gimen de ayudas para solicitantes de asilo, m�s limitado y menos generoso. El borrador de la ley de adaptaci�n del sistema de ayudas sociales ya circula por los ministerios, y en los documentos internos del Bundestag se da por hecho el cambio de competencias. Una vez la reforma adquiera cuerpo de ley, las oficinas de empleo e integraci�n dejar�n de atender a los reci�n llegados, que pasar�n a depender de los servicios sociales de los L�nder y los municipios. Entretanto, todos los ucranianos reciben las mismas prestaciones, con la pregunta en el aire de c�mo se aplicar� la retrospectividad de la ley. Se est� discutiendo la posibilidad de pedir reembolsos a quienes hubieran recibido m�s de lo que corresponder� en adelante, pero “costar�a m�s procesarlo que lo que se podr�a recuperar”, opina un alto funcionario.

El viraje en la pol�tica de ayudas a los ucranianos se fragu� en una negociaci�n directa entre el ministro del Interior, el democristiano b�varo Alexander Dobrindt (CSU), y la ministra de Trabajo y Asuntos Sociales, B�rbel Bas, del SPD, pese a que esta sostiene que la nueva normativa es un error. “No me gusta, lo digo abiertamente. Pero el cambio se acord� en el acuerdo de coalici�n y ahora lo vamos a aplicar”, ha declarado.

Fuentes pr�ximas a Bas admiten que ella habr�a preferido evitar una reducci�n tan abrupta, pero reconocen que la presi�n de los municipios, al l�mite de su capacidad presupuestaria, y el empuje pol�tico de la CDU/CSU han hecho que la reforma sea pr�cticamente inevitable. “No podemos sostener este volumen durante otros dos a�os”, resume un asesor.

Alemania acoge hoy a m�s de 1,2 millones de ucranianos, la comunidad m�s numerosa de refugiados bajo protecci�n temporal en la Uni�n Europea. De ellos, alrededor de 780.000 est�n integrados en la prestaci�n b�sica alemana, que, en su conjunto, perciben unas 5,5 millones de personas. Y esta no es una simple paga mensual, sino un paquete completo de protecci�n social: alquiler y calefacci�n cubiertos, seguro m�dico p�blico, cursos oficiales de alem�n, formaci�n profesional, ayudas escolares y acompa�amiento laboral. En conjunto, cada beneficiario cuesta entre 1.200 y 1.500 euros mensuales, lo que sit�a el gasto anual asociado al colectivo ucraniano en torno a 8.000 millones, dentro de un presupuesto total de unos 35.000 millones destinados en Alemania al apoyo a refugiados.

El nuevo esquema, que presumiblemente se presentar� a votaci�n parlamentaria este mismo a�o, acaba con esa excepcionalidad y es significativo. Ser�n 110 euros menos al mes, p�rdida del acceso autom�tico a vivienda en el mercado libre, sanidad completa y formaci�n reglada. Los �ltimos en llegar s�lo conservar�n el permiso de trabajo inmediato. Juristas anticipan litigios por discriminaci�n basada en la fecha de llegada y tensiones en el proceso de integraci�n.

Se calcula que el Gobierno obtendr� un ahorro directo de entre 145 y 150 millones de euros anuales por el recorte en la paga mensual. La diferencia real se mide, sin embargo, en ayudas a la vivienda, sanidad e integraci�n, y parte de esos costes se trasladar� directamente a los municipios, lo que ha generado protestas, especialmente en las filas socialdem�cratas. El ministro del Interior de Turingia, Georg Maier, ha calificado la reforma pactada por su propio partido de “populista” y ha dudado de que reduzca las llegadas. El diputado socialdem�crata Sebastian Roloff critic� la creaci�n de “dos categor�as de ucranianos seg�n la fecha de llegada”, mientras las ONG denuncian que los niveles del r�gimen de asilo son “indignos” y anticipan desigualdades dif�ciles de gestionar.

La diplomacia ucraniana tambi�n ha reaccionado. La embajada en Berl�n record� que “no es correcto equiparar a todos los ucranianos en el extranjero con evasores de la movilizaci�n” y que muchos est�n registrados en oficinas de reclutamiento. El embajador Oleksii Makeiev asegur� que “los ucranianos no son responsables del agotamiento del sistema de prestaciones alem�n” y record� que Alemania destin� 46.000 millones de euros al programa el a�o pasado, de los cuales s�lo una parte menor corresponde a los ucranianos.

Al mismo tiempo, la CDU/CSU ha definido el marco del debate. El canciller Merz afirma que Alemania debe “reducir los incentivos que atraen migraci�n hacia el sistema social”, y el primer ministro b�varo y l�der de la CDU, Markus S�der, plante� retirar la prestaci�n tambi�n a quienes ya la reciben, aunque la idea no prosper�. El jefe del grupo parlamentario de la CDU, Jens Spahn, en una reflexi�n originalmente dirigida a refugiados sirios, declar� que “el patriota lucha por su pa�s o lo reconstruye”, una frase que en Alemania muchos interpretan ahora como una alusi�n impl�cita a la di�spora ucraniana.

La primera ministra de Ucrania, Yulia Svyrydenko, explic� que el levantamiento parcial de la prohibici�n para que los hombres de entre 18 y 22 a�os salgan del pa�s responde a la necesidad de permitir que estos ciudadanos puedan continuar su formaci�n acad�mica, desarrollar habilidades profesionales o trabajar fuera del pa�s, con la expectativa de que esa experiencia pueda beneficiar a Ucrania en el futuro. La medida tambi�n intenta frenar la salida masiva de adolescentes justo antes de cumplir los 18 a�os, ya que muchas familias estaban enviando a sus hijos fuera del pa�s para evitar que quedaran atrapados bajo la ley marcial y obligados a quedarse.

Esta flexibilizaci�n, con un doble prop�sito estrat�gico y humanitario, escapa a los institutos demosc�picos. Seg�n una encuesta conjunta del Centro de Investigaci�n de la Oficina Federal para Migraci�n y Refugiados, el Instituto de Investigaci�n del Mercado Laboral y Profesional y el Instituto Federal de Investigaci�n Demogr�fica, el 60% de los refugiados ucranianos que llegaron a Alemania en los primeros meses de la guerra y casi el 70% de los que llegaron a partir de junio de 2022 desean quedarse de forma permanente en el pa�s.