Fue en el marco de la Conferencia de Embajadores celebrada hace una semana en Madrid cuando la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió a los diplomáticos presentes de que todo el que entre en España de forma irregular, «más tarde o más temprano», será expulsado. «Deben saberlo tanto los que llegan como los gobiernos de los países de los que vienen», apostilló. Desde entonces, estas manifestaciones han marcado el nuevo discurso del PSOE. Pero el secretario de Organización, José Blanco, quiso ir más allá al asegurar, en una entrevista publicada ayer en ‘El País’, que «el mercado laboral no puede absorber más ‘sin papeles’».

Sus declaraciones fueron matizadas de inmediato desde el Ministerio de Trabajo. El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, se desmarcó del líder socialista al asegurar que el mercado laboral español «necesitará durante mucho tiempo a la población inmigrante». Para quitar hierro al asunto, explicó que lo que Blanco quería decir era que el mercado «no puede tener más presencia de empleo irregular». «Lo que sí necesita – recalcó Gómez – es que todos los trabajadores estén legalmente, con derechos y con cotizaciones».

Durante la toma de investidura del nuevo presidente del Consejo Económico y Social (CES), abogó por que la mano de obra extranjera sea percibida por el conjunto de la sociedad «en forma de aportaciones y de cotizaciones a la Seguridad Social». En este sentido, reconoció que «ni España ni las economías europeas pueden prescindir hoy del trabajador inmigrante».

Después de participar en la reunión de la comisión permanente del PSOE, Blanco compareció ante los medios para señalar, entre otras cosas, que su «reflexión» sobre la saturación del mercado laboral se refería al anuncio del Gobierno de que la regularización impulsada durante el pasado año será la «única». Por otra parte, descartó posibles modificaciones en la Ley de Extranjería, aunque matizó que «si todo el mundo cree que pueden contribuir a resolver el problema de la inmigración ilegal, se podría contemplar».

Tasa de paro del 12%

Pero las necesidades del mercado laboral parecen distanciarse de las declaraciones del Ejecutivo. Según los últimos datos del Servicio Público de Empleo (SEP), la cifra de extranjeros en paro ha crecido hasta los 137.000, al aumentar un 21% en lo que va de año. Pero éste no es el único parámetro que tiende al pesimismo. La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo semestre, sitúa en el 12% la tasa de desempleo entre los inmigrantes, cuatro puntos por encima de los españoles.

Las reacciones a las palabras del secretario general del PSOE se sucedieron a lo largo de la jornada. Una de las más esperadas fue la del presidente de la CEOE, José María Cuevas. Tras participar en el acto del CES, en el que coincidió con el secretario general de Empleo, Cuevas precisó que «ningún mercado de trabajo se puede dar por cerrado a nivel empresarial». Eso sí, alertó de que «habrá problemas para encajar a los inmigrantes si hay una oferta de empleo tan desequilibrada».

Por su parte, el secretario confederal de Migraciones de CC OO, Julio Ruiz, criticó la «falta de conocimiento» de José Blanco sobre la situación de un mercado laboral que, a su juicio, «necesita y seguirá necesitando» a los inmigrantes.

La nueva postura de firmeza preconizada por la vicepresidenta del Gobierno fue respaldada ayer por el ministro de Interior. Alfredo Pérez Rubalcaba advirtió en una entrevista a una agencia senegalesa de que todos los que entren en España de forma irregular, «serán repatriados».