PRIMER PLANO 183 nacionalidades Barcelona, de capital del 'procés' a metrópoli multicultural: el 50% de los jóvenes ya son extranjeros
La cifra de inmigrantes en la ciudad pasa del 5% en el año 2000 al actual 31% y, en la franja de 25 a 39 años, hay más población nacida en el extranjero que en España
El Mundo, , 12-11-2025La proyección internacional de Barcelona ha pasado, en pocos años, de estar dominada por el proceso independentista, con las grandes manifestaciones de la Diada o las imágenes del referéndum del 1-O, a presentar unas cifras demográficas que la emparentan con las grandes capitales europeas multiculturales. Hace dos décadas hubiera sido casi imposible pronosticar datos como los que actualmente exhibe la ciudad, que ya cuenta con un porcentaje mayor de población extranjera que española en la franja de 25 a 39 años. El número total de inmigrantes ha pasado de representar únicamente el 5% en el año 2000 a más de un 31%, es decir, prácticamente uno de cada tres barceloneses.
La antigua Barcino, fundada hace dos milenios por el Imperio Romano, se debate hoy entre su creciente realidad cosmopolita y el discurso nacionalista que no se reconoce en la fisonomía de la urbe. Un antagonismo que replica viejas dicotomías como la de los años ochenta, cuando la capital catalana gobernada por Pasqual Maragall, con los Juegos Olímpicos de 1992 en la retina, era observada con suspicacia por la Generalitat convergente de Jordi Pujol. Tanta que CiU borró del mapa la Corporación Metropolitana de Barcelona que presidía el alcalde socialista y veía como un contrapoder.
La contraposición entre ciudad global e identidad esencialista será uno de los platos fuertes de las próximas elecciones municipales de 2027, en las que Aliança Catalana aspira a recoger los apoyos necesarios para irrumpir en el Ayuntamiento, como sucedió hace un año y medio en las autonómicas. Un sentimiento, el de ver la ciudad como un ente ajeno a Cataluña, que la semana pasada fue definido como «la bruselización de Barcelona» por el politólogo Albert Cerrillo, consejero portavoz de Junts en el distrito del Eixample durante el pasado mandato. Con ese término, hacía referencia a «la pérdida de la identidad barcelonesa y catalana» con «la sustitución de las expresiones locales y populares por formatos globales a menudo dictados por intereses económicos y políticos ajenos a la ciudad». Un debate que entronca con el de la protección del catalán y que ha provocado recientemente episodios como el señalamiento en redes sociales de algunos establecimientos de restauración con personal extranjero por no atender o no tener las cartas en esta lengua.
También ERC ha avanzado su objetivo de «recuperar la identidad» de Barcelona. Su secretaria general y líder en el Ayuntamiento, Elisenda Alamany, reclama apoyo al comercio local y reducir las tiendas de souvenirs y los supermercados 24 horas. Los republicanos, de hecho impulsaron la subida de la tasa turística que el Pleno aprobó hace dos semanas y que, a falta de la convalidación del decreto ley en el Parlament, duplicará el recargo barcelonés sobre las estancias en establecimientos turísticos hasta ocho euros por persona y noche en 2029.
Con 1,7 millones de habitantes, Barcelona ha alcanzado su índice poblacional más alto de las últimas cuatro décadas. Desde los 1,9 millones de 1979, el ritmo demográfico empezó a caer hasta que el cambio de milenio rompió la tendencia bajista con la paulatina llegada de inmigrantes. Un informe elaborado por el Observatorio de las Migraciones y el Refugio subraya que, en 2019, el número de personas empadronadas no nacidas en Barcelona fue superior, por primera vez, al de las nacidas en la ciudad. Una tendencia sostenida que ha provocado que los autóctonos representen hoy menos de la mitad de la población (45%).
183 NACIONALIDADES
El chupe de camarones y el ajiaco latinoamericanos, el sinigang filipino o la harira marroquí fueron algunos de los caldos internacionales que pudieron degustarse en el Festival de Sopas del Mundo organizado a finales de octubre en Barcelona por diversas entidades del popular distrito de Nou Barris. Una macrorreunión gastronómica como metáfora de la Barcelona contemporánea, en la que conviven 182 nacionalidades, además de la española.
(Puede haber caducado)