Nick Fuentes, el "profeta" del supremacismo que rompe la unidad del mundo MAGA: "Hitler está bien, hay que eliminar a los judíos"
Entrevistado por Tucker Carlson, agita a la derecha con sus declaracions extremas. El vicepresidente Vance sólo pide que "no nos dividamos"
El Mundo, , 11-11-2025“¿Adolf Hitler? Un tipo cool, bien. ¿Los judíos? Dominan América, hay que eliminarlos. A las mujeres les gusta ser violadas”. Hasta hace poco, quien defendía estas ideas, Nick Fuentes, un provocador de ultraderecha con un pequeño grupo de seguidores leales, estaba fuera del ámbito del mundo MAGA, aunque Donald Trump había cenado con él en 2022. Criticado por dar crédito a un simpatizante del nazismo, Trump se defendió diciendo que no conocía sus ideas extremas.
Pero ahora, tras abrirse en la derecha la carrera por llenar el vacío dejado por el asesinato de Charlie Kirk al frente de la juventud más radical, Fuentes, impulsado por Tucker Carlson el presentador ultraconservador más popular, muy apreciado por Trump, se está convirtiendo en una figura influyente.
Donald Trump, que para dejar en segundo plano las malas noticias electorales para él del voto del pasado martes habla de una fractura en la izquierda que triunfa en Nueva York con un candidato socialista demócrata al que él denuncia como comunista extremo, ahora debe enfrentarse en su propio terreno, el mundo MAGA, a una división que podría volverse mucho más profunda.
Hablamos de la ruptura que existe entre sus seguidores tradicionales, ultraconservadores, favorables a la receta política autoritaria de su presidencia y defensores de una identidad judeocristiana inquebrantable de Estados Unidos, y una falange de jóvenes activistas de extrema derecha con ideas que hasta ayer no tenían cabida en la política estadounidense.
Se trata de una red cada vez más amplia de tribus digitales que han crecido en los lenguajes políticos exacerbados por las redes sociales, y que proclama con orgullo su supremacismo blanco y también el antisemitismo, presentándolos como las expresiones más puras de la ideología MAGA.
El caso estalló a mediados de la semana pasada. Carlson recibió a Fuentes en su programa y mostró estar, en lo sustancial, de acuerdo con sus tesis aberrantes. Inmediatamente, trumpistas “institucionales” como el presidente de la Cámara, Mike Johnson, y el senador Ted Cruz, condenaron duramente a Carlson por haber ofrecido su megáfono al antisemitismo de Fuentes (otras afirmaciones, como “si la mayoría de los negros fueran encarcelados, Estados Unidos se parecería más a un paraíso”, no parecen suscitar tanta indignación).
La Heritage Foundation, el think tank conservador que ha sido soporte cultural y programático de las presidencias republicanas desde Reagan hasta Trump, y que tras haberlo desautorizado ahora implementa punto por punto el plan autoritario de su Project 2025, está en revuelta: muchos de sus miembros piden al presidente, Kevin Roberts un líder que ha desplazado fuertemente hacia la derecha el eje de la organización que desautorice a Carlson, gran amigo de la Heritage.
Roberts no solo se niega a hacerlo, sino que acusa a quienes lo critican de ser parte de un estrato de globalistas, un insulto en el mundo del soberanismo. Más aún, el presidente denuncia el ataque como obra de una “coalición venenosa”. A raíz de esto, varios miembros destacados de la Heritage han presentado su dimisión.
Otros piden la cabeza de Roberts que, consciente de haber exagerado, pide disculpas por haber hablado de “envenenadores” (aludiendo a un antiguo estereotipo antisemita), califica a Fuentes como una persona malvada, pero sigue defendiendo a Carlson.
Así se encuentra entre dos fuegos: acusado por los ultras de Fuentes de ser un oportunista sin valor, mientras que Stephen Moore, economista destacado de la Heritage, coautor del Project 2025 y cercano colaborador de Trump, sostiene que Roberts está ahora a merced de los “oscuros bajos fondos de una derecha juvenil en línea”, atraída por tesis inaceptables.
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El incendio se propaga rápidamente mucho más allá del perímetro de la fundación, con personajes como Brett Cooper, actriz, activista y comentarista de la ultraderecha, que defiende a Tucker Carlson y ataca a Cruz y Johnson: los acusa de que los demócratas instrumentalizan las simpatías nazi-fascistas contra la derecha y luego usan la misma retórica.
¿Y Trump? Por ahora guarda silencio. El vicepresidente JD Vance, ciertamente no es un admirador de Fuentes quien lanzó epítetos racistas contra su esposa Usha, de origen indio, invita a las dos facciones del movimiento MAGA a no dividirse, enfocándose en lo que une al movimiento, como la lucha contra los inmigrantes indocumentados. El resto nazismo, racismo, sexismo son sólo detalles.
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