Los hijos de inmigrantes en Euskadi: «En el colegio me insultaban por haber venido en patera y yo no sabía ni lo que era»

Ikuspegi analiza en su último estudio los «dilemas» que enfrentan los hijos de inmigrantes, como los estereotipos o la «falta de identidad»

Diario Vasco, Claudia Turiel, 10-11-2025

En Euskadi, 76.914 jóvenes menores de 24 años son descendientes de inmigrantes –es decir, que tienen al menos un progenitor de nacionalidad y/u … origen extranjero–. De ellos, un 60,6% ha nacido en España, sin embargo, y a pesar de ello, siguen enfrentándose a los estereotipos derivados por el estatus de inmigrante de sus padres. Considerados jóvenes de segunda generación, el estudio del Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi), ‘Mujeres de ascendencia extranjera’, analiza los estereotipos que acarrean, las dificultades a las que se enfrentan y los sentimientos encontrados que pueden desarrollar al no sentirse parte ni de la sociedad en la que han crecido ni de la de origen. El informe recoge las respuestas de una veintena de estas jóvenes y varias de ellas dejan claro que «no me identifico con la inmigración porque yo no he migrado, he nacido en Euskadi», insisten. Es más, «odio la etiqueta de segunda generación».

Muchas sienten que esta categoría refuerza la estigmatización hacia todo un colectivo; mientras, el estudio de Ikuspegi defiende que hablar de segundas generaciones hace todo lo contrario y «muestra el repertorio de situaciones desiguales que la población descendiente de las migraciones enfrenta». Uno de los primeros ambientes donde sienten algo de «hostilidad» es en el colegio. Amira –nombre ficticio–, explica que ha escuchado «todos los insultos habidos y por haber por parte de compañeros: puta mora, puta negra, vete a tu país, sin papeles, has venido en patera… Yo no entendía nada de eso. No entendía qué era ser mora o venir en patera», recuerda. En el caso de Maira, otra de las jóvenes encuestadas, señala que también los profesores le hicieron sentir mal cuando decidió ponerse el hiyab. «Una me dijo que no cogiera el boli, porque igual en mi religión el boli también era pecado».

La decisión sobre qué estudiar también está altamente ligada a su situación como hijos de inmigrantes. «Parece que estamos condicionados a trabajar en ciertos sectores como la limpieza o la hostelería» reflexiona Julia. En parte, señalan desde Emigrados sin Fronteras, los jóvenes «se quedan con la copla de que solo están preparados para este tipo de servicios. Y si en casa no les dicen que hay otro tipo de opciones, están abocados a hacer lo mismo que sus padres». Por otro lado, los hijos de inmigrantes tienden a sentir que «en cuanto miran nuestro currículum y ven nuestra foto, ya eligen al otro candidato». El informe también subraya que, en la época educativa, muchos profesores –de manera más o menos inconsciente– «animan a estos jóvenes de ascendencia extranjera a estudiar una formación profesional»; muchos, además, se sienten «motivados» a hacerlo porque, en un principio, les asegura un trabajo antes y «tienen que colaborar económicamente en el hogar».

Con todo, uno de los mayores «dilemas» que enfrentan tiene que ver con la identidad. Fadila asegura que «te preguntan de dónde eres, y cuando les dices que eres de aquí, te preguntan por tus padres. Es como que quieren demostrar todo el rato que no eres de aquí», lamenta. Olena añade que «esto genera un conflicto interno. Cuando me hacen esa pregunta es un poco duro».

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