La ultraderecha de Núcleo Nacional congrega 1.000 personas frente al Congreso de los Diputados con lemas de Hitler y cantando el Cara al Sol

«Sin inmigrantes no hay racismo. Vuélvete a tu país», rezan los carteles que difundieron durante los días previos a la marcha

El Mundo, Daniel J. Ollero Ma, 10-11-2025

Formados en columnas y escuadras, con estandartes, pancartas y banderas, vestidos todos de negro y marchando con paso sincronizado por el paseo del Prado. Así avanzaron este sábado cerca de mil simpatizantes de Núcleo Nacional, la organización neonazi más activa del país, en la que ha sido la manifestación más numerosa protagonizada por la extrema derecha extraparlamentaria en los últimos años.
Pese a presentarse como una concentración «contra la impunidad de los políticos corruptos», el discurso, los símbolos y los cánticos que acompañaron la marcha revelaron otras intenciones. Entre los mensajes que se desplegaban en las pancartas podía leerse «Sangre, suelo, tradición», una adaptación del lema nazi Blut und Boden que exaltaba la pureza racial y el vínculo entre la «raza» y la tierra. Otros carteles rezaban «Nuestra paciencia ha terminado» o «White Lives Matter», este último sostenido por un grupo diferenciado en el centro de la marcha, integrado por hombres y mujeres que portaban retratos de personas blancas presuntamente asesinadas por inmigrantes.
El lema «White Lives Matter», surgido en el entorno de la alt right estadounidense en respuesta al Black Lives Matter, se ha convertido en una de las consignas habituales de la ultraderecha europea. En este caso, Núcleo Nacional lo utilizó para insistir en su discurso sobre una supuesta «sustitución étnica» de los europeos, una teoría popularizada por el escritor francés Renaud Camus, que sostiene que los Gobiernos fomentan la inmigración para reemplazar a la población autóctona.

Durante los días previos, el grupo había empapelado las calles del centro de Madrid con pasquines que decían: «Sin inmigrantes no hay racismo. Vuélvete a tu país». La escenografía se completaba con brazos en alto, símbolos nacionalsocialistas y cánticos como el himno falangista Cara al sol.
Entre los asistentes se encontraban figuras conocidas del ámbito ultraderechista español, como Isabel Peralta, célebre por sus proclamas antisemitas; Enrique Lemus, veterano de Democracia Nacional que defiende la «raza» y las «costumbres tradicionales»; y Alberto Pugilato, cantante vinculado al movimiento nacionalsocialista y condenado por un delito de odio.
A medida que la marcha avanzaba por el paseo del Prado y la plaza de Cánovas del Castillo, la tensión fue en aumento hasta que se produjeron cargas policiales. Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid, la convocatoria había sido comunicada y transcurrió desde las siete de la tarde hasta las diez de la noche. Tras su disolución, la Policía Nacional detuvo a tres personas una de ellas menor de edad por la presunta comisión de un delito de desórdenes públicos.
«Vamos, levántate, no seas maricón
Al día siguiente, antes de la misa de la Almudena, el delegado del Gobierno, Francisco Martín, felicitó a los agentes por su actuación y destacó el «extraordinario trabajo» de la Policía Nacional «para atender la seguridad de los asistentes y de los ciudadanos ante quien salta la ley».
Sus declaraciones se produjeron después de que en redes sociales se divulgaran decenas de vídeos con escenas que dejaron un rastro difícil de asimilar: columnas de manifestantes con simbología nazi avanzando por el centro de Madrid, grupos entonando el Cara al sol en las inmediaciones del Congreso y el citado cantante Alberto Pugilato negociando con el jefe del operativo policial en la carrera de San Jerónimo, tras los primeros conatos de carga que más adelante se reprodujeron en los exteriores de la estación de Atocha-Renfe.
Allí se produjo otra de las escenas más polémicas y replicadas en redes, con agentes de la UIP persiguiendo porra en mano a los manifestantes. En un momento, se ve cómo uno cae derribado, pero los funcionarios policiales le permiten marcharse mientras emplean epítetos homófobos como «Vamos, levántate, no seas maricón».
Pese a la violencia de sus compases finales, el acto confirmó el salto cualitativo de Núcleo Nacional, una organización que ha pasado del anonimato digital a ocupar el espacio callejero de la ultraderecha sin representación institucional. Fundado como derivación del movimiento Noviembre Nacional surgido durante las protestas de Ferraz y con sede en Las Tablas, el grupo combina entrenamiento físico, propaganda ideológica y venta de merchandising con simbología nacionalsocialista. Su cuartel general, llamado El Nido, es un guiño al retiro alpino de Hitler, con retratos del dictador colgados en las paredes y cuotas mensuales que incluyen acceso a un gimnasio donde se practican deportes de contacto.
Su líder, que se presenta en redes sociales cubierto por un pasamontañas y acompañado de militantes con el emblema de la división SS Das Reich, proclama que son «la testosterona en un mundo feminizado». Entre sus objetivos, según sus propios mensajes, figura «defender los barrios y las fronteras» de lo que llaman «la invasión migratoria».
El sábado, ese discurso se materializó en la calle: banderas, consignas raciales y una escenografía de inspiración fascista marcharon por el corazón de Madrid. Frente al Congreso, entre cánticos, golpes de porra y formaciones en escuadra.

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