Lleno en el mercado. (Manuel Alcántara)

Canarias 7, 12-09-2006

Por muy porosa que sea España, ya no puede absorber más inmigrantes. Caben aún más parados nativos, pero no hay sitio para más extranjeros de los llamados ‘irregulares’, después de haber regularizado la situación de 580.000. El Gobierno socialista ha llegado a una conclusión de la que debiera haber partido: no hay lugar para todo el que quiera venir.

Un sólo policía se ha visto obligado a custodiar a un centenar de sin papeles en una comisaría de Las Palmas. El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, opina que hay que implicar al Ejército para hacer frente a la crisis y mandar allí a todos los que no estén en el Líbano. Van a hacer falta porque están llegando en una proporción de 300 cada día, sin contar mujeres y niños. El problema es repatriar a los que no tienen patria y han venido buscando una por el mar. Sus descendientes quizá la tengan, si es que no acabamos de parcelar ésta. El curso escolar que empezó ayer se ha visto incrementado con 72.000 alumnos más que el anterior. El aumento de párvulos se atribuye a la mayor natalidad y sobre todo a la llegada de inmigrantes, así que no sólo se ha producido la saturación del mercado laboral, si no la de los colegios. ¿Qué destino mejor para la madera de los cayucos que convertirla en pupitres?

Hay dos mundos que conviven en éste: el de los instalados, en el lenguaje de Galbraith, y el de los que están lampando. En Estados Unidos el terrible presidente Bush le pide ahora al Congreso permiso para escuchas extrajudiciales, después de confesar que hay “cárceles secretas”. En África quieren trasvasar a Europa a la mayoría de sus habitantes. Cuestión de dinero. Dicen que hay cosas más importante que el dinero, pero no las podemos comprar por su alto precio. 

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