El Ayuntamiento de Barcelona anunció este agosto la recuperación del proyecto Distrito 11, una iniciativa administrativa para fomentar la solidaridad y la cooperación internacional. Se creó en los años 90, durante el mandato municipal del socialista Pasqual Maragall, para contribuir a la reconstrucción de Sarajevo, la capital de Bosnia, tras la guerra de los Balcanes. Esta vez, sin embargo, la iniciativa servirá para ofrecer apoyo a varias ciudades palestinas. De momento, Barcelona ya ha cerrado un acuerdo con Ramala, pero se prevé que también actúe en Belén y Gaza.

El presupuesto del proyecto es de 1,5 millones de euros, que servirán para ofrecer recursos humanitarios a través de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina, la UNRWA, pero también para dotar de ayuda técnica a las distintas ciudades en ámbitos relacionados con el urbanismo, el agua, la resiliencia, la salud, la educación, la accesibilidad o la promoción económica, entre otros. La coordinación de los recursos se realizará a través de un comité asesor presidido por Manel Vila y formado por una cuarentena de representantes de colegios profesionales, universidades, think tanks, ONG y entidades de la sociedad civil organizada. Entrevistamos a Maria Eugènia Gay (Barcelona, 1975), elegida concejala del Distrito 11, Ciudades Palestinas, para conocer cómo se desarrollará el proyecto.

Este septiembre se puso en marcha la iniciativa del Distrito 11, Ciudades Palestinas. ¿En qué consiste exactamente?

Es una iniciativa que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Barcelona para apoyar a las ciudades palestinas. Serán relaciones de ciudad a ciudad y ellas también participarán activamente en la reconstrucción. Haremos un acompañamiento técnico y pondremos a su disposición todos los conocimientos y el talento de nuestra institución. Cada ciudad es diferente y, por ello, cada acuerdo será individualizado.

“Serán relaciones ciudad a ciudad y ellas también participarán activamente en la reconstrucción”

¿Qué quiere decir con acompañamiento técnico? ¿Enviarán profesionales, formarán a los de allí? ¿Se pondrán en contacto con entidades locales?

Dependerá de la ciudad. Con Ramala ya hemos firmado un Memorandum of Understanding. Les facilitaremos conocimientos técnicos sobre recursos hídricos alternativos, aguas grises y aprovechamiento de aguas pluviales. Nuestros técnicos formarán a los técnicos del Ayuntamiento de Ramala para explicarles qué sistemas y metodologías estamos utilizando en Barcelona para abordar estas problemáticas.

Por otro lado, firmaremos otro convenio de colaboración con Belén, que estará más vinculado al desarrollo económico: apoyo a start-ups, al emprendimiento… es lo que nos han pedido y nuestros departamentos técnicos les darán respaldo. En cuanto a Gaza, se requerirá una intervención mucho más cuidadosa y orientada a la planificación urbanística. Esto lo haremos de la mano de UN-Habitat. Al mismo tiempo, colaboraremos con entidades de la sociedad civil que formarán parte del comité asesor que hemos creado.

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En Gaza es vital la planificación urbanística, la seguridad jurídica y los registros de la propiedad. Es necesario volver a identificar las parcelas. Aterrizaremos todas las medidas junto con entidades e instituciones que llevan muchos años trabajando sobre el terreno y conocen muy bien la problemática real. Será importante también la restitución de todos los servicios básicos, la educación, la sanidad…

También duplicarán las ayudas económicas a UNRWA.

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Con UNRWA colaboramos con ayudas directas para alimentación y artículos básicos de higiene. La dotación económica era de 200.000 euros, pero duplicaremos la cifra. También con esta entidad potenciaremos uno de los proyectos que ya veníamos desarrollando hasta ahora, que es la detección precoz de discapacidad en la infancia y el acompañamiento a sus familias. Queremos seguir mejorando e invirtiendo en esta iniciativa. Pronto habrá otra misión de técnicos de Barcelona que irán a formar a los técnicos de los centros de refugiados en Amán.

También tenemos proyectos para mejorar la accesibilidad en centros sanitarios y una guía de infraestructuras para los campos de refugiados. Consolidamos las ayudas económicas directas, con recursos humanitarios, pero ahora añadimos el acompañamiento técnico de planificación estratégica.

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“Consolidamos las ayudas económicas directas, pero ahora añadimos el acompañamiento técnico de planificación estratégica”

Por tanto, estas ayudas se han integrado dentro del proyecto Distrito 11.

Exacto, se ha integrado con el resto de acciones. El Distrito 11 tiene un comité asesor formado por colegios profesionales que son determinantes gracias a sus conocimientos técnicos: arquitectos, ingenieros industriales, ingenieros de caminos, registradores, notarios, abogados y periodistas.

En Ramala y Belén les ayudarán en temas de resiliencia, sostenibilidad, medioambientales y de promoción económica. Pero en Gaza la situación es completamente diferente. Quisiera insistir en esto. ¿Cómo les ayudarán? Los edificios están en ruinas, las calles destrozadas tras el bombardeo de Israel durante dos años.

Son recursos y ayuda técnica. Barcelona se compromete para que Gaza vuelva a reconocerse. Ese es nuestro principal objetivo. Ellos quieren volver a reconocerse en el mundo, y nosotros, desde el Ayuntamiento, daremos todo el apoyo para que así pueda ser. Nos coordinaremos con entidades con un bagaje profesional histórico como UNRWA o UN-Habitat para hacerlo.

“Barcelona se compromete para que Gaza vuelva a reconocerse”

La ciudad de Gaza ha quedado devastada y los ciudadanos están regresando a lo que supuestamente era su hogar, pero solo hay ruinas. ¿Qué hacen entonces? Un asentamiento frente a la casa, porque si se marchan o no vuelven, aquello ya no volverá a ser suyo. Necesitan cuanto antes levantar registros de la propiedad para saber de quién eran las parcelas. Nuestros técnicos tienen mucha experiencia a escala internacional; ya han ayudado en otros lugares que también han sufrido devastaciones, como La Palma, en las Islas Canarias, por ejemplo.

Hablemos del comité asesor presidido por Manel Vila e integrado por unas cuarenta entidades. Usted ha hablado de profesionales técnicos, pero ¿qué papel juegan las organizaciones de la sociedad civil?

Hay colegios profesionales, universidades de la ciudad y también la sociedad civil organizada mediante ONG. A través de nuestro Departament de Justícia Global i Cooperació Internacional, llevamos a cabo siempre una convocatoria de subvenciones. La reforzaremos para que las entidades con experiencia sobre el terreno puedan desarrollar sus proyectos alineados con los objetivos que hemos marcado de apoyo a las distintas ciudades palestinas.

Es una nueva forma de organizar la gobernanza de todos los recursos que salen de la ciudad hacia las ciudades palestinas y hacia los campos de refugiados. Será una manera de coordinarlo todo que nos permitirá tener una acción mucho más efectiva.

“Es una nueva forma de organizar la gobernanza de todos los recursos que desde Barcelona se destinan a las ciudades palestinas”

¿En qué fase nos encontramos ahora?

Estamos en una fase decisiva. Se ha constituido el comité asesor y el presidente, Manel Vila, coordinará todas las acciones y, por tanto, será el interlocutor con las entidades e instituciones y el Ayuntamiento de Barcelona. También estamos pendientes de constituir el comité técnico interno. Habrá tres miembros dedicados exclusivamente al Distrito 11 y, además, un técnico participante de cada área del Ayuntamiento.

¿Cuáles son los siguientes pasos?

Ya se están desarrollando muchos de los proyectos a los que me he referido. El convenio con Ramala se firmó el pasado 15 de octubre. El 27 de noviembre firmaremos con Belén y estamos buscando fecha para desplazar técnicos a Ramala y realizar unas jornadas de formación. Con UN-Habitat estamos en las primeras fases de reconstrucción.

A pesar de haberse firmado el acuerdo de paz, en las últimas semanas se han registrado bombardeos en la Franja de Gaza y Hamás e Israel se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego. ¿Cómo afecta eso a las acciones previstas para Gaza?

Estamos en contacto permanente con el Ayuntamiento de Gaza. La colaboración es a nivel municipal y, por tanto, dependiendo de cómo evolucione la situación, se actuará de una manera u otra.

¿Cuál es la duración prevista de este proyecto?

Necesitaremos un mínimo de tres a cinco años para la reconstrucción. De todas formas, se prolongará el tiempo que sea necesario.

¿Pueden garantizar que el proyecto seguirá adelante si hay un cambio de gobierno municipal en 2027 y que no será solo una acción simbólica?

Al ser un proyecto de solidaridad y humanidad, encontrará el apoyo necesario. En la creación del comité asesor participaron representantes de varios grupos municipales. Eso nos reconforta, porque significa que los derechos humanos están por encima de cualquier ideología política. Son principios básicos que deben respetarse, y por tanto confiamos en que así sea.

“Los derechos humanos están por encima de cualquier ideología política. Son principios básicos que deben respetarse”

El presupuesto es de 1,5 millones, lo que supone aumentar un 66% los recursos destinados a la cooperación con las ciudades palestinas. ¿Cómo se llegó a esa cifra? ¿Cómo se repartirán los fondos?

En primer lugar, con la colaboración que ya existía con UNRWA. En segundo lugar, con la convocatoria ordinaria de subvenciones a la que se presentan las ONG. Estas cantidades se han computado dentro del Distrito 11. Y además, la partida del 0,7% ha aumentado porque los presupuestos también son más elevados este año.

El Distrito 11, Ciudades Palestinas, emula el proyecto que se desarrolló en Sarajevo durante el mandato de Pasqual Maragall. ¿Qué aprendizajes se extrajeron de aquella experiencia?

Se extrajeron muchos aprendizajes porque fue un proyecto muy pionero y valiente. Respondía a una visión humanitaria en la que se puso mucha buena voluntad. El Ayuntamiento de Barcelona ha acabado convirtiendo esa vocación de cooperación internacional en una auténtica política pública. Los técnicos se han profesionalizado con los años. Es un plus de conocimiento y talento que quizá antes no existía. Se hacía con buena voluntad, pero ahora no es lo mismo que en los inicios del proyecto.

¿Es Barcelona históricamente una ciudad caracterizada por su solidaridad internacional?

Barcelona es una ciudad profundamente solidaria. Es ciudad-refugio, ciudad de paz, que apuesta por la convivencia y los derechos humanos, una ciudad abierta al mundo, integradora, inclusiva, plural, diversa… Barcelona es una ciudad con una fuerza inagotable y todo lo que hace tiene un impacto global trascendental. Y eso debemos aprovecharlo en positivo, recordando a todos los líderes internacionales que las personas deben situarse en el centro de toda política pública.