Kevin Costner: "La historia real de EEUU es la historia de los inmigrantes , la gloria del país, su maravilla"

Si el actor pudiese elegir en qué época de la historia de la humanidad y, en particular, de EEUU le gustaría haber vivido lo tiene claro: el salvaje Oeste. Su pasión por este tiempo le ha costado millones, una obsesión que va más allá de series o películas: "Esa época era más salvaje; era más peligrosa de lo que se ha contado. La hemos romantizado"

El Mundo, Esther Mucientes, 23-10-2025

Preguntar a Kevin Costner (70 años) si es consciente de su obsesión por la historia del salvaje Oeste es como decirle a un niño si le apetece jugar en un parque de bolas. Es tan consciente que empeñó toda la herencia de su hijos para rodar la película Horizon (2024), en la que invirtió 38 de sus 100 millones de presupuesto. Cualquiera podría pensar que con esta saga, que supuso el renacimiento de los clásicos del western, o con la aclamada serie Yellowstone, el actor estadounidense habría tenido bastante dosis de Oeste para toda su vida. Pues no: su pasión por el lejano Oeste, por su historia y por sus leyendas es tal que necesitaba producir y dirigir un documental que acabase de una vez por todas con la romantización de aquella epoca y que subrayase que el país que olvida su pasado está condenado a repetirlo. Para ello se unió a la historiadora Doris Kearns Goodwin, ganadora del Pulitzer, con quien ideó El Lejano Oeste por Kevin Costner, que el 3 de noviembre estrena el Canal Historia para celebrar sus 25 años.
El protagonista de Bailando con lobos (1990), la película que desencadenó su obsesión por el lejano Oeste, pasa de cero a cien cuando se le menciona aquella etapa. Se le iluminan los ojos, se le cierran las cejas a modo profesor universitario y se repite a sí mismo las preguntas, no se sabe si porque no las escucha bien o porque no quiere equivocarse a la hora de dar su respuesta. Su prioridad es dejar claro que el Oeste no es aquel lugar de praderas infinitas, jinetes solitarios a caballo y cuatreros malvados que reflejan algunas viejas películas: para Costner es sinónimo de “sangre”, “un lugar más peligroso de lo que nos han contado”, “más salvaje que salvaje” y “una parte de la historia que nos marcó como nación”.
¿Cuánto de lo que creemos saber sobre el Oeste americano proviene del cine, los mitos o de las historias contadas por quienes lo conquistaron? Esa es la pregunta que el cineasta quiere responder en esta serie documental. En ocho episodios, ofrece una nueva mirada crítica sobre los orígenes del Oeste, desafiando la narrativa tradicional y adentrándose en una historia compleja que aún resuena en el presente. Alejándose de los viejos mitos del vaquero solitario o de los duelos al sol, nos invita a ir más allá de la leyenda y explorar una realidad mucho más intrincada, profundamente humana y, a menudo, más oscura: la de la lucha por la tierra. Una disputa cruda y desesperada entre pueblos indígenas decididos a proteger sus territorios ancestrales, colonos impulsados por la promesa del progreso y potencias emergentes que trazaban, a sangre y fuego, las fronteras de un nuevo imperio.
Cada episodio nos presenta una pieza esencial del mosaico de esta historia compartida: desde los campos de batalla donde las confederaciones indígenas se enfrentaron a ejércitos nacientes hasta las rutas del comercio de pieles, el polvoriento Oregon Trail o las caóticas calles de la California de la fiebre del oro. A través de sus protagonistas hombres y mujeres de carne y hueso, complejos, trágicos, heroicos y llenos de contradicciones descubrimos cómo los conflictos del pasado siguen resonando en el presente, y cómo los cimientos de la América contemporánea se forjaron en una tierra disputada palmo a palmo.
PREGUNTA.Ha hecho diversas películas y series donde el Oeste era el protagonista. ¿En qué se diferencia este proyecto de otros?
RESPUESTA.Me gustan las historias diferentes, me atrae el Oeste. Puedo estar dando vueltas a un castillo unas cuantas veces, pero con el tiempo siempre quiero volver a lo que nos llevó a cruzar el país y al drama que trajo consigo. Me atormenta lo que me precedió.
“El drama personal me impulsa. Lo puedes encontrar en la Casa Blanca o descubrirlo en un llanero solitario”
Tal vez, la palabra “atormentar” impresione a quien la lea, pero en la mente de Costner los grandes movimientos que llevaron a construir su país son claves para entender no sólo el pasado sino también el presente. “El drama personal me impulsa”, afirma.“Lo puedes encontrar en la Casa Blanca o descubrirlo en un llanero solitario”. Se refiere a “cuán grande y peligroso” era el Estados Unidos de aquella época. “Quienes lo vivieron tuvieron que soportar y resolver enormes golpes para comenzar a crear nuestro país y para mantenerlo unido”, dice. “Cuando te das cuenta que la historia del llanero solitario sólo va a ser interesante en el momento en el que se encuentra con alguien más, como fueron los nativos americanos, es cuando nos damos cuenta de que ahí está el drama”.

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PREGUNTA.¿Por qué nos gustan tanto las historias del Oeste?
RESPUESTA.A la gente le gusta porque realmente sucedió. Cuando ves imágenes de aquellos estadounidenses, la imagen que se genera en tu mente es la de una persona solitaria a caballo. Hay algo terriblemente romántico en esa idea. Le pones frente a un hermoso paisaje y puede dejarte sin aliento, pero debes recordar que ese hombre a caballo no sabía a dónde se dirigía, qué iba a vivir, qué iba a encontrar. EEUU era simplemente eso: un país desconocido.
P.¿El Oeste era un lugar que podía convertirse en un hogar para cualquiera?
R.¿Por qué la gente se fue al Oeste? La costa Este, Nueva York o Boston no tenían espacio. Y entonces les prometieron que en el Oeste podrían tener su tierra y esa promesa estuvo ahí durante 400 años. ¿Sigue viva esa promesa? Me gustaría pensar que sí, pero estamos olvidando lo que éramos, lo que nos permitió expandirnos. Si miramos hacia atrás podemos ver cómo llegamos a ser grandes. Necesitamos una visión más amplia de nosotros mismos, empatizar, entender que esto no empieza ni termina con nosotros. Somos parte de un continuo.
Para Costner la imagen que la industria cinematográfica nos ha creado del lejano Oeste responde a que “sólo queríamos seguir viendo la belleza de América”. “No vimos la exploración, la confrontación, que terminaba en sangre”, dice. “La gente no quería ver eso: ni el miedo, ni la masacre, ni todo lo que acompaña a un choque de culturas… Cuando miramos hacia dentro nos damos cuenta de que no fue fácil y que había personas como nosotros que tuvieron que reaccionar a estar en un lugar inhóspito donde tuvieron que vivir con sus propias reglas y proteger a su familia”.
“Estamos obligados a enseñar a nuestros hijos la historia de nuestro país, la lucha de sus abuelos, la lucha del país mismo”
Porque esa “promesa” de tierra para todos llevó a expulsar a quien estaba allí: “Íbamos a expulsar a la gente que estábamos acorralando para que nos dejaran en paz. Éramos un país en ciernes. La preeminencia mundial, donde marcamos la diferencia con otros países, la hemos alcanzado en los últimos cien años. Y la razón por la que lo pudimos hacer fue gracias a la confluencia de todas esas personas que venían de otras partes del mundo”.
PREGUNTA.¿La diversidad?
RESPUESTA.Había un proceso intelectual compartido, una curiosidad intelectual. Los últimos cien años fueron producto de la combinación diferente de personas y culturas. Somos excelentes y crecimos a un ritmo increíble hasta alcanzar el estatus mundial que tenemos ahora gracias a la diversidad.
P.¿Hasta qué punto ha logrado contagiar su pasión por el Oeste a sus hijos?
R.Es una gran pregunta. Quieres que tus hijos te escuchen, pero ellos prefieren escuchar a otros. Así que es sorprendente cuando tiempo después te dicen “me encantan tus historias”. Estamos obligados a enseñar a nuestros hijos la historia de nuestro país, la lucha de sus abuelos, la lucha del país mismo y quizás aún es más importante decirles: ¿Hacía dónde crees que vamos como país ahora? ¿Hacia dónde vamos como mundo? Tenemos la capacidad de enseñar sin sermonear, sin que nos metan algo en la cabeza a la fuerza. La historia de nuestro mundo es gloriosa, es trágica, hay momentos inevitables. Deberíamos tener un sentido poético de cómo demonios podemos mejorar.
Queremos seguir hablando con Costner precisamente de ese ‘¿a dónde vamos?’, pero el actor nos interrumpe con un atronador “quiero que quede constancia de esto a todo el mundo”. “¿De qué?”, le preguntamos sorprendidos. “Hay demasiadas Matemáticas en la escuela, así que necesitamos más Historia, porque quienes son buenos en Matemáticas siempre lo serán. ¿Pero qué necesitamos de verdad? Más Historia”.
La siguiente pregunta es casi obligada: ¿Es necesario conocer los orígenes de EEUU para comprender el presente o es necesario volver al pasado para no repetir los mismos errores? “La historia es tan importante… Todo el mundo quiere saber, quiere ver. ¿Por qué vamos de vacaciones a un lugar y no a otro? ¿Y qué pasa cuando el lugar al que vamos nos marca? Hay un momento en el que queremos volver a él. Volvemos porque algo nos afectó, y no sólo la belleza pura de una tierra. Podríamos volver a través de una película o de un documental y nos conmovería igual porque los hombres y las mujeres no somos tan diferentes en ningún siglo. Deberíamos estar emocionados por nuestra propia historia. Sí, me preocupo por ello y, sí, espero que podamos hacerlo mejor”.
PREGUNTA.¿Y qué pueden aprender las generaciones más jóvenes al observar la historia del Oeste?
RESPUESTA.Lo que verán es verdad. No puedo predecir qué jóvenes lo verán, sólo puedo predecir que cuando lo vean encontrarán un nivel de verdad y de humanidad. Esto es lo que sucede en la formación de un país y, sea cuál sea el país del que provengan, sucedió en su país y no es diferente al resto del mundo. Depuremos el mito de que lo que se vivió en el lejano Oeste fue como aterrizar en Disneyland. Lo que sucedió es real. Tan real que nos marcó como nación. La historia real de los Estados Unidos es la historia de los inmigrantes . La gloria de Estados Unidos, su maravilla.

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