El polígono de los evangélicos: 19 iglesias se concentran en apenas unas calles de Carabanchel, el distrito con más templos no católicos de la capital
Madrid concentra 451 templos extracatólicas y el distrito madrileño agrupa uno de cada cinco, lo que evidencia que "las zonas más humildes representan el mayor porcentaje de los protestantes"
El Mundo, , 21-10-2025La música reina al son de baterías y pianos, mientras los creyentes se dejan ver entre camiones y escombros en el polígono Aguacate en Carabanchel, donde la hospitalidad es la sintonía común de una notable concentración de iglesias evangélicas. Cada dos pasos, aparece un templo en un el que se puede denominar barrio de la religión del sur de Madrid.
En apenas unas calles, se concentran hasta 19 iglesias evangélicas. ¿El motivo? Varios miembros de estas comunidades lo explican: “En zonas residenciales los vecinos se quejan por la música; aquí se puede disfrutar de las reuniones con libertad”. Y añade que también existen diferentes subconfesiones y que el alquiler de los locales es más económico. “Que esté a las afueras no es un problema para disfrutar de nuestras creencias”.
En este área de Carabanchel basta recorrer las calles Secoya, Haya o Cidro para comprobar la vitalidad del movimiento evangélico en Madrid. Las 19 iglesias evangélicas convierten a este entramado urbano, de poco más de un kilómetro de extensión, en uno de los mayores núcleos protestantes. Unos lugares de culto que se ubican en naves y en diferentes plantas de los diferentes edificios.
Hace 45 años que España aprobó la libertad religiosa y, dos años antes, se declaró aconfesional; es decir, el Estado dejó de reconocer una religión oficial. Ambas decisiones abrieron la puerta a confesiones alejadas del catolicismo, impulsadas también por el aumento del flujo migratorio.
Esa apertura se refleja en el hecho de que el 78,3% de los templos no católicos se han creado en el presente siglo. Hoy, la ciudad de Madrid concentra 451 iglesias no católicas y Carabanchel que agrupa una de cada cinco, según datos del Ministerio de la Justicia se ha convertido en referencia de la diversidad religiosa.
Pese a una minoría, su influencia crece en una sociedad menos practicante: en la Comunidad de Madrid, el 80,3% de los ciudadanos no practica ninguna religión, el 17,3% son católicos practicantes y el 2,4% cree en otra fe, según un análisis de la agencia PRapablo.com basado en los barómetros del CIS entre septiembre de 2023 y julio de 2024. La confesión evangélica es, con diferencia, la más extendida en la capital entre las extracatólicas: suma 365 iglesias, el 80,9% del total.
En los últimos cinco años, el 91,1% de los lugares de culto registrados pertenecen a esta confesión. “El evangelismo lleva en España desde 1529, pero con la democracia ha incrementado su presencia en la capital gracias al amparo de la legislación actual. Cada vez es más fácil que la gente conozca la vida de los evangélicos, antes una religión desconocida”, señala a este diario Samuel López, secretario ejecutivo del Consejo Evangélico de Madrid.
Pese a que gran parte de las personas que vienen a España son católicas, el protestantismo, donde se incluyen los evangélicos, lleva décadas siendo una realidad en América Latina. “El gran boom del evangelicalismo ha sido gracias a la población latina. Uno de los principales contactos, cuando llegan a la sociedad española, son las iglesias y las comunidades evangélicas. Muchas veces son grandes instituciones transnacionales”, observa Rafael Ruiz Andrés, doctor en Ciencias de las Religiones y profesor de Sociología.
“Asimismo, surge el concepto de migración en cadena, que supone que, cuando una persona migra a un país, aumentan las posibilidades de que en su mismo contexto haya el mismo proceso migratorio”, continúa.
Desde comienzos de siglo, los lugares de culto evangélicos han aumentado un 368%. “El auge del siglo actual se debe a varios factores: la libertad, el crecimiento de las familias y la visibilidad. Hoy la gente lleva su fe de una manera más abierta. Pero, sobre todo, el principal factor es el flujo de personas, que cambia drásticamente las perspectivas. Otra de las claves es la acción social de las iglesias evangélicas”, añade el evangelista Samuel López.
Sin embargo, Jacobo Muñoz Comet, sociólogo especializado en estratificación social, desigualdad e inmigración, también atribuye este fenómeno a otros dos grupos de personas: “Hay mucha población nativa española que es evangélica, y en este caso es la comunidad gitana, que desde hace décadas pertenece a esta confesión y tiene muchos lugares de culto. Además, están los migrantes que vienen de Europa central”.
Cola de espera para entrar a una comunidad evangélica.
Cola de espera para entrar a una comunidad evangélica.E.M.
Y añade: “El predominio evangélico se debe a los años de presencia que lleva en España. La llegada musulmana es más reciente que la evangélica, algo que es relevante”. Musulmanes y budistas son las otras dos mayorías no católicas, con 43 y 10 iglesias, respectivamente.
Para Rafael Ruiz, hay una clara diferencia en la manera de vivir la fe entre evangélicos y musulmanes. “Los primeros son muy dinámicos, se agrupan en pequeñas comunidades y no tienen una autoridad definida. Hay una intención de emprendimiento religioso. Los musulmanes no tienen tanta obligación de asistir al culto. Lo importante son las oraciones diarias, que se puede hacer en casa. Solo suelen acudir a la mezquita en época de ramadán y se juntan en torno a comunidades nacionales”, destaca.
La localización geográfica también refleja patrones claros. La M-30, principal carretera de circunvalación de Madrid, se ha establecido también como un indicador relevante, ya que siete de cada 10 lugares de culto no católicos se ubican fuera de esta vía.
“Existe una relación entre el nivel socioeconómico más bajo y el nivel más alto de religiosidad. De media, la población migrante tiene un estatus socioeconómico más bajo y representa un porcentaje alto de las creencias no católicas”, indica Jacobo Muñoz. Y continúa: “Es lógico que buena parte de esta población viva a las afueras de Madrid, que suelen ser más humildes y económicas”.
Una reunión de una de las iglesias evangélicas.
Una reunión de una de las iglesias evangélicas.E.M.
Carabanchel se ha consolidado como el principal punto de encuentro de las distintas confesiones religiosas. De los 21 distritos de la capital, concentra el 20,4% de los lugares de culto no católicos. En este barrio, el 37,4% de los vecinos son migrantes frente al 27% de media en la ciudad y la renta media por persona se sitúa en 12.275 euros anuales, la mitad que los 25.235 de la capital. Es, además, el único distrito que supera los 100.000 migrantes.
Puente de Vallecas, con 48, es el segundo distrito con más comunidades, mientras tiene una proporción del 35,94% de población migrante. “La gran presencia en estos distritos evidencia que los centros no católicos predominan donde hay clase obrera y presencia migratoria. En gran medida, la realidad religiosa extracatólica en España está condicionada por las migraciones”, observa Rafael Ruiz. Según los datos, Retiro y Barajas ambos con un lugar de culto coinciden en ser dos de los tres distritos con menos población migrante.
En el polígono Aguacate, la confluencia de nacionalidades, pese al predominio de brasileños, guatemaltecos y hondureños, la existencia de guarderías y cafeterías hacen gala de que hay hueco para todos. A las puertas de cada comunidad un acólito aguarda para recibir nuevos asistentes que quieran cantar los domingos o cualquier otro día para mostrar su admiración a Dios.
La pluralidad de credos dibuja un nuevo mapa espiritual de Madrid, más diverso y cercano a su realidad social. “Refleja su carácter abierto, plural y dinámico”, subraya Mohamed Ajana, secretario de la Comisión Islámica. Samuel López añade: “Esto fomenta la tolerancia y el crecimiento en valores. Debemos entender que no existen fronteras”. Los expertos coinciden en que esta diversidad facilita la integración, al situar a las iglesias como puntos de apoyo mutuo y diálogo intercultural de la capital.
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