Una concentración ante el Hotel Carlton, en Bilbo, ha denunciado este jueves a la mañana el «apoyo institucional» a la industria militar vasca que sigue vendiendo armas a Israel en el actual contexto bélico. Desde la coordinadora antimilitarista Kakitzat han denunciado que el Gobierno de Lakua subvenciona a estas empresas con 100 millones de euros vía presupuestos.

La movilización, en la que han participado una decena de personas, ha coincidido con un encuentro empresarial bajo el título ‘Geopolítica y su impacto en la industria vasca’, que ha abierto Mikel Torres, vicelehendakari segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo.

Tras una ponencia de un responsable de la consultora promotora del evento, ha tenido lugar una mesa redonda con la participación de Raúl Blanco, director ejecutivo de estrategia de SAPA; Begoña San Miguel, presidenta de la Federación Vizcaina de Empresas del Metal; Lorea Aristizabal, directora de Desarrollo Corporativo en CIE Automotive y Jorge González, CEO de Ormazabal.

Precisamente, la participación de SAPA, firma vinculada a la industria militar, es la que ha motivado la protesta. Desde Kakitzat han denunciado que, «además de sus negocios millonarios con el Ejército israelí», esta compañía «ha invertido en Indra 200 millones por el crecimiento del negocio de la guerra».

Han incidido en que las empresas de armas vascas mantienen relaciones con las principales industrias militares del Estado sionista, como son Rafael, Elbit, Israel Aerospace Industries (IAI), en la fabricación conjunta de diversos programas de armas, aeronáuticos y misiles.

La coordinadora ha señalado también la «apuesta» de la fábrica Ecia Xemein, en Markina; ITP Aero, en Barakaldo y Sestao, o Sener, en Getxo, por «enriquecerse vendiendo armas en el actual contexto bélico».

206 compañías

«Son 206 empresas vascas las que se dedican a la producción militar. En concreto, Euskadi factura anualmente 6.000 millones de euros lo que la convierte en la tercera comunidad autónoma del Estado en facturación de muerte, solo por detrás de Madrid y Andalucía», han apuntado.

Para Kakitzat no ha pasado desapercibida la participación en el evento de Mikel Torres, a quien han acusado de apostar por este sector «bajo la excusa de que la industria armamentística es una industria potente en Euskadi».

Esa implicación institucional la detectan en los 100 millones de euros que Lakua ha otorgado vía subvención a estas compañías.

«El actual contexto bélico y de genocidio en Palestina nos reafirma en nuestra lucha contra el ejército, contra el gasto militar y estructuras como la OTAN; por la conversión de la industria militar en civil; y frente a la fabricación y exportación de armas ‘Eusko Label’, han manifestado.

En su intervención en este foro empresarial, Torres ha considerado que el fin de la guerra en Ucrania y del genocidio en Gaza son factores que facilitarían la «desescalada geopolítica» y una «reanimación del comercio para Europa» y, por tanto, para la CAV.