Pese a que Aliança Catalana (AC) es el partido con menos diputados del Parlament [dos], los duelos dialécticos de su líder, Sílvia Orriols, con Salvador Illa ya han saltado varias veces a los titulares desde el inicio de la legislatura. Y el Debate de Política General no podía ser menos. “Su credibilidad es decir que es independentista y tener la bandera española en el Ayuntamiento de Ripoll”, le ha espetado el presidente de la Generalitat a la también alcaldesa de este municipio de Girona.
Orriols se vale de sus intervenciones en la tribuna de oradores de la Cámara para amplificar, a través de redes sociales, sus lemas contra la inmigración, las políticas de izquierdas o la colonización española que dice que sufre Cataluña. Y, a su vez, el jefe del Govern no rehúye nunca el cuerpo a cuerpo con la diputada, sabedor de que sus respuestas son la ocasión idónea para marcar perfil frente a la extrema derecha.
Con la bandera de Israel en forma de corazón pegada en su chaqueta, Orriols ha protagonizado esta tarde la penúltima intervención de la sesión plenaria, cerrada por el PSC. La defensa del Estado hebreo, la motosierra del presidente argentino, Javier Milei, como inspiración para podar la Administración pública y el rechazo a la multiculturalidad y la “invasión migratoria masiva” han centrado los mensajes de la fundadora de Aliança. “Aun a riesgo de parecer malas personas, defenderemos los derechos y libertades de nuestro pueblo”, ha reivindicado antes de que Illa replicase: “Cataluña ganará y usted fracasará afortunadmente para todos”. “Su proyecto político y concepto de civilización es el de Benjamin Netanyahu en Gaza”, ha añadido comparándola con el presidente israelí.
La jefa de filas de AC ha menospreciado la iniciativa anunciada ayer por por Illa para acoger refugiados palestinos: “Quiere acoger a jóvenes y niños que han crecido con un fusil en las manos, gritando consignas nazis y educados en la violencia”. Y ha calificado a Palestina como “un territorio infestado de terrorismo y barbarie”.
Orriols llegaba al Debate de Política General con una diferencia sustancial respecto al del año pasado, en la que fue una de sus primeras intervenciones en la Cámara autonómica, después de conseguir representación parlamentaria en su primer intento, en las elecciones del 12 de mayo. En esta ocasión, la diferencia viene dada por el fuerte y sostenido crecimiento en el apoyo que obtendría en las urnas si hoy se votara nuevamente, tal y como atestiguan todos los sondeos. El Panel de Sigma Dos elaborado para EL MUNDO a mediados de septiembre proyectaba un resultado de entre 11 y 14 diputados para la formación independentista de ultraderecha.
Elecciones municipales
El crecimiento de Aliança Catalana no se da únicamente en la prospectiva electoral, sino en la musculatura interna, con un fuerte aumento de las afiliaciones en los últimos meses. El partido asegura que ya cuenta con unos 1.500 militantes. El pasado sábado, AC organizó en Tortosa (Tarragona) su segunda escuela de formación para futuros candidatos, con la vista puesta en las elecciones municipales de 2027, en las que Orriols espera irrumpir en varios ayuntamientos. En el discurso de apertura, la diputada y alcaldesa de Ripoll sintetizó el ideario de su formación con un deseo: “Restituir un Estado catalán libre, próspero, seguro y occidental”.
Además de trazar las líneas maestras del programa genérico y particularidades más vinculadas al mundo local, en esa jornada se abordaron cuestiones como la relación entre los representantes del partido con la prensa local. E incluso asuntos alejados de la política más próxima, como la alineación del partido con Israel. El símbolo exhibido por Orriols esta tarde en el Parlament no ha sorprendido a nadie. La regidora nunca ha escondido su defensa, sin ambages, de la política del Gobierno de Netanyahu y uno de los puntos del orden del día fue “la importancia del vínculo” entre Cataluña y el Estado israelí y la concepción del conflicto con Palestina como una lucha “entre civilización y barbarie”.
Aliança, que organizó su primera escuela de formación en Platja d’Aro (Girona) el pasado abril, trabaja con el objetivo de presentar candidaturas en la mayoría de las capitales de comarca, además de otros municipios. Las elecciones locales de 2027 serán, además, la prueba de fuego para calibrar si se mantienen las actuales expectativas ante las autonómicas que se celeberarán, salvo adelanto, en 2028.
Los discursos de Orriols en el Parlament, con sus rifirrafes con Illa, y sus políticas en Ripoll son el gran escaparate preelectoral para AC en ese itinerario. La semana pasada, la alcaldesa logró modificar las ordenanzas de civismo de la localidad, con el apoyo de Junts y del concejal de Som-hi Ripoll, pero tuvo que renunciar a su pretensión de prohibir el uso del velo en las instalaciones municipales.