La formación de más y más asociaciones de inmigrantes y de cooperación internacional está aportando nuevas ideas en el servicio a los extranjeros. Una joven agrupación de ecuatorianos, llamada Avale, tiene como principales objetivos crear una guardería infantil y ayudar a conseguir becas universitarias y microcréditos. “Tenemos que pasar de las actividades lúdicas y deportivas que ya existen a dar un toque profesional y técnico”. Con estos principios se ha fundado Avale, la Asociación Valenciana de Ecuatorianos por el Progreso Iberoamericano, según su presidente Luis G. Luna.


De momento son apenas medio centenar de asociados. A pesar del reducido número de miembros, buscarán el apoyo de las instituciones públicas y de las entidades financieras para poner en marcha sus proyectos.


“Nos preocupa la situación de la mujer ecuatoriana”, afirma Luna. Se refiere a las dificultades que, como cualquier empleado, se enfrentan gran parte de las trabajadoras: compatibilizar la vida laboral y la familiar.


Sin apoyo familiar

“Entre nuestros proyectos está crear una guardería para que las mujeres ecuatorianas puedan irse tranquilas a trabajar”, explica el responsable de Avale.


Su afirmación revela que entre los ecuatorianos aún es menor el compromiso de los hombres en tareas domésticas como el cuidado de los niños. La diferencia con los españoles es que la mayoría de inmigrantes no tienen la ayuda de los abuelos de los pequeños.


Además de convertirse en el interlocutor con el Consell, tras unos primeros contactos, otro objetivo de Avale es ejercer de mediador para favorecer el acceso a la universidad (mediante becas) y fomentar el autoempleo y la creación de pequeñas empresas, con microcréditos.


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