El falso 'mena' que violó a una menor en Hortaleza tenía en realidad 23 años: mintió para evitar la cárcel y solo en 2025 había sido detenido ocho veces
Tras practicarle las pruebas radiológicas los médicos han confirmado las sospechas de los agentes de la Policía Nacional
El Mundo, , 06-10-2025El caso de la niña de 14 años agredida sexualmente junto al centro de menores de Hortaleza (Madrid) ha dado un giro de enorme trascendencia. El supuesto menor extranjero no acompañado, que fue detenido por la presunta violación, no era un adolescente de 17 años, como aseguraba, sino un adulto de 23. Así lo confirman los resultados de las pruebas radiológicas practicadas a Mohamed R., ciudadano marroquí.
El informe forense concluye con claridad que «la edad biológica más probable de Mohamed R. es de 23,2 años» y que, incluso en el tramo más bajo de la horquilla, su edad mínima era de 19 años en el momento de la prueba. Esto demuestra que mintió en su documentación decía haber nacido en diciembre de 2007 y que, en el momento de los hechos, era mayor de edad a todos los efectos legales. Es decir, nunca debió ser acogido en un centro de menores.
La revelación ha tenido consecuencias judiciales inmediatas: la juez de Menores que instruía el caso ha solicitado inhibirse en favor de un juzgado de Instrucción de Madrid, de forma que Mohamed sea investigado y procesado como adulto, y no bajo la protección del régimen de menores y podría ser trasladado a una prisión en los próximos días.
El falso mena ya había levantado sospechas en su ingreso inicial en un centro de menores de la Comunidad de Madrid, al negarse a someterse a las pruebas radiológicas que determinan la edad. Tras la presunta violación, ocurrida el pasado 29 de agosto, la Fiscalía de Menores ordenó finalmente realizar los exámenes.
Pruebas de detición y TAC de clavículas
El 24 de septiembre, la policía trasladó al joven desde el Centro de Ejecución de Medidas Judiciales María Teresa de Calcuta (Brea de Tajo) hasta el Hospital Gregorio Marañón, donde se le practicaron pruebas de carpo de la mano izquierda, dentición y TAC de clavículas. Los resultados confirmaron lo que muchos sospechaban: Mohamed R. tenía 23 años y se había hecho pasar por menor para beneficiarse de un sistema de protección que no le correspondía.
El historial delictivo del presunto violador también refuerza la gravedad del caso. En los apenas cuatro meses que llevaba en Madrid antes de la agresión, había sido detenido hasta en ocho ocasiones por la Policía Nacional por robos con fuerza, hurto, amenazas, riña tumultuaria, robo con violencia y atentados contra agentes de la autoridad. Pese a ello, siempre había quedado en libertad. Sólo tras su detención por la violación de la menor fue internado de manera preventiva.
El descubrimiento de que el agresor era un adulto plantea serias dudas sobre el funcionamiento del sistema de acogida de menores extranjeros no acompañados.
En el centro de inmigrantes de Alcalá de Henares hay al menos 40 personas pendientes de la pruebas radiológicas debido a que al llegar a Barajas desde Canarias señalaron que eran menores. Desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones explicaron que estas personas que alegan ser menores permanecen en instalaciones separadas, mientras la Fiscalía de Menores espera la prueba radiológica para verificar los datos. Señalan que, en muchas ocasiones, algunos intentan hacerse pasar por menores para evitar ser trasladados a centros con medidas más restrictivas.
La fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, ya había advertido del «colapso» que sufre la región ante la numerosa presencia de jóvenes inmigrantes, muchos de ellos con edades dudosas, a través del aeropuerto de Barajas. Según sus datos, en 2024 llegaron a Madrid 1.937 menores inmigrantes no acompañados, de los cuales 1.110 casi un 60% accedieron por vía aérea, principalmente en vuelos procedentes de Casablanca y Egipto. En 2023 apenas habían sido 399.
La saturación de los recursos ha sido tal que los hospitales autorizados para realizar las pruebas radiológicas de determinación de edad acumulan retrasos de hasta seis meses, lo que ha permitido que casos como el de Mohamed R. se prolonguen sin aclarar. El resultado: un adulto con un amplio historial delictivo viviendo bajo el amparo del sistema de protección de menores, hasta cometer un delito de extrema gravedad contra una menor.
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