El polémico Velvet Hostel del barrio de La Guindalera continúa abierto una semana después de su inauguración, pese a que el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, ordenó el pasado lunes que se cerrase.
«Vamos a dictar de inmediato una orden de cese de actividad para ese hostel porque no tiene licencia. Les pido que no se sigan colocando en una situación de rebeldía para que no tengan que llevarnos a adoptar a acciones mayores de las que estamos adoptando», declaró Almeida el pasado lunes.
Sin embargo, a pesar de las palabras del primer edil, el albergue continúa abierto y sigue recibiendo turistas con normalidad, ante la perplejidad de los vecinos que no entienden a qué espera el Consistorio para ejecutar la orden.
El descontento va en aumento entre los residentes del barrio, que temen que, al final, el dueño del establecimiento, Mohamed Ibrahim Zacaria, se salga con la suya. Actualmente, el alojamiento sólo acoge a turistas y mochileros, pero, los vecinos sospechan que al final, se acabará convirtiendo en un centro encubierto de acogida de inmigrantes, como sucedió en Vallecas.
Ibrahim contaba con un Velvet Hostel en la avenida de Pablo Neruda que funcionó como un centro de acogida de inmigrantes que gestionaba la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) y que dejó de funcionar durante el verano y no ha vuelto a reabrir. Según anunció Cear, este servicio fue desplazado a otra provincia.
Concentraciones de protesta
Los ánimos están cada día más caldeados y los vecinos del barrio de La Guindalera convocaron ayer una concentración ante el albergue y están preparando una manifestación para la segunda semana de octubre.
«Estamos muy indignados porque Almeida nos está tomando el pelo. El alcalde incumple su palabra. El 99% de este barrio votaba al PP, pero ahora vamos a votar a Vox», declaró ayer Fernando Turrión, presidente de la Asociación de Vecinos del Parque de las Avenidas. Los residentes presentaron el miércoles una cautelarísima ante el Consistorio para que se aplique de inmediato la orden de cierre.
De momento, se ha abierto un periodo de diez días para que la Administración local notifique el decreto de cierre al empresario, quien a su vez tendrá otros diez días para presentar sus alegaciones.
Cambio de criterio
Los residentes no entienden la actitud del Ayuntamiento que, el pasado 2 de septiembre, emitió un informe favorable sobre Velvet Hostel para que se le concediese la licencia de funcionamiento.
Pero, una semana después, el Consistorio revocó su propia orden, ya que no se había dado el plazo de audiencia preceptivo a los interesados para que presentasen sus alegaciones.
Los vecinos denuncian que el albergue está situado en un espacio que ocupa tres locales porque anteriormente era un ambulatorio, pero en el contrato se especificaba que si se cambiaba el uso había que restituir los tabiques.
Según su testimonio, el hostel también incumple la normativa de incendios y de aires acondicionado y ha modificado la fachada del inmueble sin consultarlo con las comunidades de vecinos. Por este motivo, no están dispuestos a consentir que el albergue continúa abierto cuando acumula una serie de irregularidades.