La Fiscalía pide cuatro años de prisión para un acusado de estafar a dos familias de inmigrantes que buscaban una vivienda en alquiler. El implicado, P.M.M., que tiene otras denuncias por estafa, ofrecía a los perjudicados pisos por el boca a boca o en anuncios por Internet. Una mujer que le adelantó 1.400 euros sin haber visitado el piso siquiera, contó que le interesaba alquilar un piso para vivir independiente y que el acusado «no me pedía ver la nómina». El implicado ni le enseñó el piso ni se lo entregó y ponía todo tipo de excusas como que los obreros lo estaban reformando o que su madre se había puesto enferma. Al final, la perjudicada, según explicó «me quedé en la calle sin dónde vivir, dejé mis cosas en el trastero y me tuve que ir a vivir con una amiga a Salceda de Caselas».

Otro matrimonio, teniendo la esposa una discapacidad, le adelantó 700 euros. El marido explicó que «la casa era muy bonita y le gustó a mi mujer, ella quería pagar pero yo tenía mis dudas, algo raro me olía». Tras leer mensajes en un foto descubrió que había más quejas contra el acusado.

El acusado alega que él solo propuso alquilar una habitación porque no es propietario. Su abogado dice que no hay pruebas contra él porque los denunciantes no presentaron las conversaciones por WhatsApp con el acusado ni firmaron ningún contrato.

La vista se celebró en la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. El acusado vino de prisión para presentarse al juicio.