El PP fija los criterios para el visado por puntos y se jacta de que Vox se sienta «aludido»
Los populares perfilan su propuesta migratoria, que llevarán al Congreso en octubre, y en la que se valora la formación, el idioma o el perfil laboral del inmigrante para entrar a España
Canarias 7, , 29-09-2025El PP continúa dando forma a la propuesta sobre inmigración que avanzó este domingo Alberto Núñez Feijóo en Murcia y que llevará al Congreso en octubre. Un plan que aún «está por definir» como reconoció la vicesecretaria de Coordinación Sectorial, Alma Ezcurra, pero del que se van conociendo detalles y que ha despertado las críticas de PSOE y Vox. Los populares han puesto sobre la mesa la posibilidad de implementar un visado por puntos, una mecanismo que ya aplican países como Canadá y Australia y anuncia también el premier británico Keir Starmer, para asegurar un mejor control de la entrada de inmigrantes en España. Según explicó Ezcurra, los criterios que se valorarán serán el idioma, las costumbres, la capacidad de integración, la formación, la experiencia, la edad, la capacidad de ocupar las vacantes y los vínculos previos con el país. Por ahora son seis, pero son ampliables. «Ni brazos abiertos ni puños cerrados», aseguró en su comparecencia en la sede nacional de Génova.
La número tres del PP explicó que esta propuesta, que ya formaba parte del programa electoral del PP en las generales de 2023, busca hacer «un pelín más fácil» que los inmigrantes puedan entrar a España por la vía regular, que ahora mismo «está bastante imposible» porque «el Sistema Nacional de Empleo funciona reguleras y la sobreplanificación socialista y la burocracia» han ralentizado los procesos para conseguir papeles. «Se trata incidió de construir un modelo justo en el que, quien venga a aportar, quien quiera trabajar y quien respete nuestras normas tenga una oportunidad». Ezcurra hizo hincapie en que no solo el inmigrante o el país de acogida son responsables, sino también los países emisores. Por ello, avanzó que aquellos que se nieguen a colaborar y no acepten a sus nacionales deportados, o alienten la entrada irregular a España perderán «privilegios y ayudas». «Si el sistema funciona bien, la relación se irá mejorando y, si no, enfriando. La solidaridad no puede ser unilateral», zanjó.
Un mecanismo para controlar los flujos migratorios que, en cualquier caso, está «en construcción». «Hemos trazado un camino de trabajo. Las cosas no están perfectamente definidas», reconoció Ezcurra, que defendió que la posición de su partido en este asunto es «liberal y europeísta» porque se aborda el fenómeno migratorio desde el punto de vista de la dignidad personal, la responsabilidad individual y la igualdad ante la ley. «El PSOE dirá que somos unos ultras y en Vox que somos muy blandos», afirmó la vicesecretaria del PP, intentando marcar distancias con el «buenismo falsario» de los socialistas y la «criminalización colectiva» de los de Santiago Abascal.
«Estamos concretando un mensaje ante la irresponsabilidad del Gobierno y las protestas de Vox», aseguró, por su parte, Feijóo a su salida de un acto en Madrid, desechando así las críticas de unos y de otros. El líder de los populares defiende que su modelo migratorio es «justo» frente a las críticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez que le acusa de «comprar» y «blanquear» el discurso «xenófobo» de la ultraderecha. «Solo va a conseguir que el partido de Abascal le engulla», vaticinó el ministro de Justicia, Félix Bolaños.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, coincidió con su compañero en que el PP está «en una batalla ideológica con Vox» usando a los derechos humanos de los inmigrantes «como moneda de cambio». «Sus propuestas dijo son indistinguibles». «Es inconstitucional», afirmó, por su parte, la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, sobre el visado por puntos. Un mecanismo de control que, en su opinión, «no respeta el marco» de la Carta Magna ni «los compromisos internacionales» de España.
Un mecanismo para controlar los flujos migratorios que, en cualquier caso, está «en construcción». «Hemos trazado un camino de trabajo. Las cosas no están perfectamente definidas», reconoció Ezcurra, que defendió que la posición de su partido en este asunto es «liberal y europeísta» porque se aborda el fenómeno migratorio desde el punto de vista de la dignidad personal, la responsabilidad individual y la igualdad ante la ley. «El PSOE dirá que somos unos ultras y en Vox que somos muy blandos», afirmó la vicesecretaria del PP, intentando marcar distancias con el «buenismo falsario» de los socialistas y la «criminalización colectiva» de los de Santiago Abascal.
«Estamos concretando un mensaje ante la irresponsabilidad del Gobierno y las protestas de Vox», aseguró, por su parte, Feijóo a su salida de un acto en Madrid, desechando así las críticas de unos y de otros. El líder de los populares defiende que su modelo migratorio es «justo» frente a las críticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez que le acusa de «comprar» y «blanquear» el discurso «xenófobo» de la ultraderecha. «Solo va a conseguir que el partido de Abascal le engulla», vaticinó el ministro de Justicia, Félix Bolaños.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, coincidió con su compañero en que el PP está «en una batalla ideológica con Vox» usando a los derechos humanos de los inmigrantes «como moneda de cambio». «Sus propuestas dijo son indistinguibles». «Es inconstitucional», afirmó, por su parte, la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, sobre el visado por puntos. Un mecanismo de control que, en su opinión, «no respeta el marco» de la Carta Magna ni «los compromisos internacionales» de España.
La dirigente conservadora considera que las ideas de su formación son las que exigen una «mayoría silenciosa» de españoles e incidió en que es «razonable» que España «decida quién entra, cómo y para qué» con un mayor control de fronteras, una lucha contra «las mafias que trafican con seres humanos», la ejecución de retornos de delincuentes y, «sobre todo, asegurar acuerdos serios con los países de origen y tránsito». «La inmigración es una oportunidad para quien viene a buscarse la vida y a sacarse las castañas del fuego, pero también para nuestro país, para enriquecernos en la diversidad y ayudarnos a recuperar el ritmo de convergencia con Europa que hemos perdido», concluyó.
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