El importante giro escenificado por el Partido Popular en materia migratoria, plasmado en la Declaración de Murcia, marca el arranque de la semana y profundiza en uno de los debates clave de los siguientes meses, momento en el que varias regiones acudirán a las urnas. Todos los dirigentes populares con agenda pública hablan hoy del endurecimiento del discurso relativo a la inmigración, con el foco puesto en cuestiones como la “integración”, las vías legales para acceder a la nacionalidad o los acuerdos con los países para frenar el “descontrol” causado por un Gobierno “débil que arrastra a la Nación”.
Líneas que suscribe Isabel Díaz Ayuso, presente este fin de semana en Murcia. Aunque con matices: “Yo parto de que la inmigración hispana no es inmigración”, fijaba la presidenta madrileña este lunes en una entrevista en Telecinco en la que remarcaba cómo los lazos con los países de nuestra misma lengua convierten a Madrid en la capital de “la Hispanidad” y en un elemento crucial desde el punto de vista social, económico y cultural para la región.
Eso sí, la dirigente popular dijo respaldar palabra por palabra el nuevo argumentario del PP. Y puso, como Alberto Núñez Feijóo, el foco sobre la gestión de Pedro Sánchez como responsable de la situación en la que se encuentra España: “El problema empieza cuando no hay un control en fronteras. Cuando no hay esa seguridad. Hay un descontrol absoluto. Lo ha provocado un Gobierno que lo único que hace es reventar los servicios públicos y dinamitar la convivencia”.
Es decir, que la inmigración irregular forma parte del caos al que Sánchez tiene sometido a España, pero no lo es todo. “No es una cuestión de inmigración, sino directamente ya de números: es imposible poder atender los servicios públicos a mucha más población de la que cotiza, por ejemplo”, sostuvo Ayuso.
La presidenta madrileña, de hecho, aterrizó el tema del lado que más afecta a la autonomía que comanda: la llegada de menores no acompañados, cuya estancia en centros de acogida revuelve a alcaldes contra la región, y a la propia región contra el Gobierno.
“España no mandaría a sus menores por el mundo a dar vueltas sin control. No entiendo como otros tantos países sí lo admiten. ¿Qué es esto de que haya menores dando vueltas por todo el continente europeo?, reprochó Ayuso al Ejecutivo central, al que acusó de tener un problema de fronteras y de actuación en puntos de entrada masivos a España, como puede ser el aeropuerto de Barajas.