Interrogantes sobre el 7-0

¿Cómo es posible que una de las fronteras más calientes del planeta fuera vulnerada por Hamás? Con los métodos tan sofisticados del ejército israelí parece increíble que semejante ataque se pudiera haber llevado a cabo

Diario Vasco, Carlos Larrínaga, 28-09-2025

Adías de cumplirse los dos años desde el atentado del 7 de octubre, las autoridades israelíes siguen sin darnos explicaciones de lo que pasó realmente … en la verja de la Franja de Gaza esa jornada. Porque, ¿cómo es posible que una de las fronteras más calientes del planeta fuera vulnerada de esa forma? Con los métodos tan sofisticados allí instalados por el ejército israelí parece increíble que semejante ataque se pudiera haber llevado a cabo. Particularmente, si tenemos en cuenta la eficacia del sistema de espionaje israelí y la información de la Inteligencia egipcia que había sido hecha llegar al gobierno de Tel Aviv, advirtiendo de que algo se estaba preparando al otro lado de la valla. Pese a lo cual, parte de los efectivos fronterizos habían sido desplazados a Cisjordania y frontera libanesa. Únicamente algún cargo militar ha dimitido, pero el primer ministro no ha asumido aún responsabilidad política alguna. No se ha puesto en marcha una investigación interna al respecto porque, como advirtió el propio Netanyahu, lo primero es terminar con Hamás. Para lo otro ya habrá tiempo. El problema radica en cuándo, pues las elecciones son en 2026 y su intención es seguir al frente del ejecutivo. Está claro que, como último responsable, una pesquisa de estas características no le interesa, habida cuenta de que él se presentó a los últimos comicios enarbolando la bandera de la seguridad. El 7O supuso un golpe de primera magnitud a este discurso.

Aunque, en el largo plazo, le ha venido bien. Cabe recordar que entonces su popularidad estaba por los suelos, no sólo por semejante agresión, sino también por la grave crisis política que atravesaba Israel debido a los intentos de Netanyahu de introducir importantes reformas jurídicas en su beneficio, no en vano está acusado de tres delitos que tienen que ver con la corrupción. La acción de Hamás y Yihad Islámica ha sido principalmente rentabilizada por Netanyahu en varios sentidos. Primero, ha conseguido que buena parte de la sociedad israelí le haya devuelto su apoyo, debido a su postura firme en la Franja. Recurrir a un enemigo exterior siempre ha sido una buena táctica política para concitar respaldo interno. Segundo, y estrechamente vinculado a lo anterior, sus opciones de ganar las próximas votaciones han aumentado, con lo cual podría seguir eludiendo la acción de la justicia, algo que teme especialmente, pues podría terminar en la cárcel, como Ehud Olmert. Tercero, se le abría la posibilidad de tomar Gaza como paso previo a la conquista de la Cisjordania ocupada, para, de esta forma, hacerse con el total de la Palestina histórica. Cuarto, esperanzado en la victoria de Donald Trump, ha logrado fortalecer los lazos con Washington, que le da todo tipo de cobertura a las masacres que sus soldados están cometiendo en Gaza. Por último, Netanyahu vio en el 7O la ventaja de redefinir las fronteras y los equilibrios de poder en Oriente Próximo, y de ahí los asesinatos selectivos (no como en Gaza) de los líderes de Hezbolá, Nasralá, y de Hamás, Haniye, y las ofensivas en Yemen, en Irán o en Doha (tratando de asesinar a los negociadores de Hamás en la capital qatarí).

Por estas razones a mí me sigue pareciendo muy raro lo que aconteció el 7O. ¿Y si el gabinete presidido por Netanyahu hizo caso omiso a las señales que le llegaban de Gaza y desguarneció la divisoria pensando en la gran oportunidad que se le ofrecía? Observando los acontecimientos posteriores y conociendo al personaje y a los ministros (supremacistas, racistas, xenófobos, ultras, etc.) de los que se ha rodeado y de los que depende para su supervivencia, no me parece descabellado. ¿Hasta qué punto Netanyahu no contempló la ocasión de matar varios pájaros de un tiro? Y, máxime, ¿de avanzar en el camino de apoderarse de la Franja y luego de Cisjordania? A fin de cuentas, ése es el gran objetivo de Israel. Así lo dijo en 1973 Moshe Dayan, ministro de Defensa durante la guerra de 1967, en la Universidad de Haifa: «La creación del Estado judío se hizo fundamentalmente a cuenta de los árabes. Es un proceso que contempla la transformación de una tierra árabe en una tierra judía (…). Ya no existe Palestina». Antes incluso, tras la proclamación del Estado de Israel, cuando se sucedieron las expropiaciones de parcelas palestina, el argumento esgrimido por los funcionarios fue el siguiente: «Esta tierra no es de usted; es nuestra. Ustedes nos han cuidado nuestra tierra durante dos mil años, y ahora les pagamos sus sueldos. ¡Pero la tierra es nuestra!». Exactamente lo mismo ha proclamado Netanyahu recientemente a la hora de oponerse a la fórmula de los dos estados. ¿Por qué van a ceder a los palestinos un suelo que, por mor de la Biblia, consideran suyo? En mi opinión, el 7O ha brindado a Netanyahu el momento que estaba esperando y no ha hecho sino aprovecharlo. Todos los indicios existentes, incluido el desprecio por los secuestrados y sus familiares, me llevan a plantear la hipótesis de que Bibi no hizo cuanto pudo con vistas al atentado.

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