El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se desplazó este jueves hasta Formentera para presentar su modelo migratorio basado, segújn subrayó, en cinco pilares. “La política migratoria más inhumana es la que no existe”, expuso en primer lugar, para luego reivindicar el derecho de los españoles a “decidir quién entra y cuándo”.
En esa línea, manifestó su preferencia por una inmigración “culturalmente próxima” y ensalzó los vínculos con Hispanoamérica. “La hispanidad no es una etiqueta, es compartir vínculos”, afirmó. Asimismo, profundizó en su apuesta por expulsar de España a los inmigrantes que delincan “aun siendo migrantes regulares”. Especificando que esas expulsiones se aplicarían en los delitos “contra la libertad sexual” o en casos de “multirreincidencia”.
“Quien venga a aportar será bienvenido, quien venga a delinquir será expulsado”, sentenció. En ese marco, declaró, además, que “los subsidios no pueden ser un modo de vida”.
Feijóo acudió a Formentera para comprobar sobre el terreno la emergencia migratoria. Con apenas 12.000 residentes fijos, es la isla con población estable menos habitada de Baleares. En lo que va de año, a sus costas han llegado 113 pateras con 1.938 personas a bordo, lo que equivale a un 16% de su población.
El territorio más meridional del archipiélago es de largo la isla balear más afectada por el estallido de la ruta migratoria ilegal procedente del norte de Argelia, que empezó a intensificarse hace ahora seis años, y es además el lugar que más auxilio reclama al Estado en su crisis migratoria. Especialmente para la atención de menores acompañados. Formentera tutela ya a 136 de estos menores, uno cada 88 habitantes.
Allí el líder del PP se reunió con sindicatos policiales y Guardia Civil y en ese escenario desplegó su discurso contra la política migratoria del Gobierno de España, que calificó de fracasada e irresponsable. Criticó la “desidia e inmoral” de Pedro Sánchez, al que acusó de contribuir al efecto llamada y de auspiciar el crecimiento de las mafias que tratan con personas con un “buenismo” que lo convierte, dijo, “en el único político europeo que dice que aquí puede llegar quien quiera y cuando quiera”.
Feijóo estuvo acompañado por la presidenta balear, Marga Prohens (PP), que en las últimas semanas ha alzado la voz contra el Gobierno de España por no excluir a Baleares en el reparto de menores no acompañados llegados a las Islas Canarias.
La semana pasada el Gobierno declaró la emergencia migratoria en la región balear y destinará 6,7 millones de euros para costear carpas en los puertos como espacios temporales de acogida y servicios de traducción para los migrantes. A pesar de ello, se niega a equiparar la situación balear a la de Canarias, negando su reivindicación sobre los menores.