El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el pasado viernes 19 de septiembre que la visa H-1B, destinada a que extranjeros altamente capacitados puedan trabajar en Estados Unidos, tendrá un importe de 100.000 euros. Una cifra desproporcionada que, desde el día del anuncio, ha generado un gran debate dentro y fuera del país.

Durante la presentación de la medida, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, comentó que la idea de este cobro es que las grandes empresas tecnológicas, así como otras compañías “dejen de capacitar” a trabajadores extranjeros y favorezcan a los estadounidenses.

La Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA) advirtió que esta nueva tarifa no sólo impactará a los trabajadores del sector tecnológico, sino también a industrias como la agrícola, la de energía renovable y la médica, entre otras.
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También añadieron que el número de empleadores que dependen de la innovación de la visa H-1B es mucho mayor que el de las empresas tecnológicas, y que esta nueva medida está diseñada para “crear el mayor caos posible”.
Qué son las visas H-1B

Las visas H-1B, aprobadas en el Congreso en el año 1990, tienen como objetivo fomentar la mano de obra en Estados Unidos, pues determinados sectores se encuentran en escasez. Cuando George Bush lo convirtió en ley, comentó que este programa “fomentaría la inmigración de personas con un talento excepcional, como científicos, ingenieros y educadores”.

Estas visas son válidas durante tres años y prorrogables, por lo que miles de empresas las han utilizado para contratar a trabajadores extranjeros con conocimientos especializados en diferentes áreas, aunque normalmente en ciencia y tecnología. El objetivo es cubrir las vacantes disponibles que trabajadores estadounidenses no pueden acceder.

El procedimiento para conseguir las visas es muy sencillo, y son los propios empresarios los que presentan una petición al gobierno en nombre del trabajador extranjero que desean contratar, describiendo el puesto de trabajo y las cualificaciones necesarias que debe tener la persona para conseguir el puesto.
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Agencias

Y, aunque el programa H-1B es temporal, la residencia no lo es, por lo que muchas compañías terminan patrocinando a los trabajadores que tienen esta visa para que obtengan la green card (visa necesaria con la que un extranjero puede conseguir la ciudadanía estadounidense).
¿Cuáles son los cambios?

Donald Trump continúa con su campaña antiinmigración, y la visa H-1B se ha visto afectada, pues ha añadido una tarifa de 100.000 dólares para todos los nuevos solicitantes del programa.

Por su parte, Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, añadió en su cuenta de X que este cambio regirá para las futuras vías de este tipo que el país asigne mediante un mecanismo habitual de lotería, cuyo próximo sorteo será en febrero de 2026.
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Antònia Crespí Ferrer

También comentó que no es una tarifa anual, por lo que sólo se debe realizar un único pago, y quienes ya cuentan con el programa no deberán pagar nada, así como los que se encuentran fuera del país y quieren regresar.
Qué sectores se verán afectados

El Congreso concede un total de 65.000 visas H-1B al año para los trabajadores que tienen una licenciatura o equivalente, y 20.000 más para los que tienen un título de maestría o superior. Aun así, las universidades y las organizaciones de investigación están exentas de esos topes.

La gran mayoría de trabajadores que reciben este tipo de visas son los relacionados con la tecnología y la ciencia, como ingenieros de software, programadores informáticos y otros profesionales del sector tecnológico. También hay un gran número de educadores (profesores), sanitarios (médicos, enfermeros, dentistas) y trabajadores de la industria manufacturera.

Las empresas que mayor beneficio han obtenido de este programa son Amazon, Tata, Microsoft, Meta, Apple y Google, tal y como han confirmado los datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

De esta manera, los grandes afectados por el aumento de la nueva tarifa de la visa H-1B son los trabajadores y las empresas relacionadas con el sector tecnológico, sanitario, la industria agrícola, la energía renovable y el mundo de la educación.