“Estados, instituciones públicas y empresas de todo el mundo están facilitando con su complicidad, su apoyo o su parálisis autoimpuesta, las prolongadas violaciones del derecho internacional por parte de Israel, incluidos su genocidio en curso contra la población palestina de la Franja de Gaza ocupada, su ocupación ilegal de todo el Territorio Palestino Ocupado (TPO) y su cruel sistema de apartheid contra toda la población palestina cuyos derechos controla, o beneficiándose de ellas”, afirma Amnistía Internacional en un documento publicado este lunes, y que incluye llamamientos urgentes a estados y empresas a actuar.

El documento nombra 15 empresas que, según ha identificado Amnistía Internacional, contribuyen a la ocupación ilegal, al genocidio o a otros crímenes de derecho internacional de Israel. Entre ellas figuran las las empresas armamentísticas israelíes Elbit Systems, Rafael Advanced Defense Systems e Israel Aerospace Industries (IAI) con intereses económicos en Asturies.

Elbit Systems y Rafael Advanced Defense Systems son proveedoras de componentes tecnológicos para la fabricación de los blindados Dragon, un vehículo que el consorcio público privado Tess Defence construye en la fábrica de armas de Trubia. Según informaciones aparecidas en distintos medios, el Ministerio de Defensa e Indra, principal empresa del consorcio, estarían buscando alternativas en otros países para completar un pedido que acumula años de retrasos.

La otra compañía es Israel Aerospace Industries, principal fábricante de armas de Israel, y propiedad del Estado. Participa en el polémico proyecto TICHE, en el que se encuentra también implicada la Universidad de Oviedo/Uviéu. Representantes de la comunidad universitaria han solicitado sin éxito la salida de la universidad asturiana de este proyecto internacional dedicado a la detección de explosivos.

“Ya es hora de que los Estados, las instituciones públicas, las empresas, las universidades y otros actores no estatales pongan fin a su adicción letal a las ganancias y los beneficios económicos a toda costa. La prolongada ocupación ilegal por parte de Israel y décadas de apartheid han requerido un apoyo a fondo y continuo a ese país mediante las relaciones económicas y el comercio. Mantener 23 meses de bombardeos incesantes y un genocidio en curso ha requerido un suministro interminable de armas y equipos de vigilancia respaldado por unas relaciones comerciales privilegiadas y unos Estados y unas empresas dispuestos a ignorar lo indefendible”, ha afirmado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.