antonio lafuente

venecia. El cineasta Emanuele Crialese presentó ayer en Venecia su última obra, Nuovomondo , una historia sobre la emigración italiana a los Estados Unidos a principios del siglo XX, cuando miles de personas cruzaban el océano en buques de línea. Por lo demás, la historia es parecida a la del resto de los inmigrantes: la pobreza lleva a una familia, la de Salvatore Mancuso, a embarcarse en la odisea moderna en busca de un mundo donde el dinero crece en los árboles y los ríos son de leche, tal y como muestra Crialese.

Salvatore Mancuso, interpretado por Vicenzo Amato, vive junto a sus dos hijos, uno de ellos sordomudo, y su madre, en una misérrima aldea de Sicilia cuando decide irse con todos ellos en busca del nuevo mundo. El miedo, el desgarro, la necesidad y la esperanza, siempre en forma onírica, viajan con todos ellos, que parten de un puerto siciliano en un buque de línea junto a miles de personas. Nuovomondo también enseña la llegada a Ellys Island, la puerta de oro que da a la ciudad de Nueva York, donde los inmigrantes eran seleccionados de forma sistemática para entrar y se deportaba a los minusválidos físicos o psíquicos, como a la madre de Mancuso. Los emigrantes también eran obligados a casarse para poder pasar, como le ocurre a Lucy, interpretada por Charlotte Gainsbourg, que contrae matrimonio con Salvatore sin conocerse. La película de Crialese es la segunda italiana sobre el tema de la inmigración, después de que días atrás se exhibiera el documental de Vittorio De Setta, Lettere dal Sahara , en el que se enseña cómo la emigración ahora se hace en barcazas, pateras o cayucos.

Nuovomondo es el último filme en competición por el León de Oro a la mejor película, galardón que se conocerá mañana a las 19.00 hora local (17.00 GMT). También dentro de la sección de concurso se proyectó ayer la película francesa Nue propriete de Joaquim Lafosse, que narra la vida de una madre divorciada, Pascale, papel que encarna Isabelle Huppert, con sus dos hijos Francois (Jérémie Rénier), y Thierry (Yannick Rénier). Los dos jóvenes son incapaces por sí mismos de tomar las riendas de su vida, precisamente lo que quiere hacer la madre con la suya. Las consecuencias emocionales de la ruptura del matrimonio en los hijos, el egoísmo y el intento de rehacer las vidas tras el divorcio, son los principales temas tratados en la película.

No obstante, la Mostra vivió ayer una jornada marcada por el cine de autor y el cortometraje. Una de las películas que más llamó la atención fue el largometraje proyectado en la Semana de la Crítica titulado La rieducazione , realizado por Davide Alfonsi, Alessandro Fusto y Denis Malagnino. Se trata de su opera prima, rodada en blanco y negro, pero con un presupuesto de tan sólo quinientos euros, la mayoría de ellos gastados en gasolina, según han contado ellos mismos. La trama gira en torno a un catequista de 28 años que aún no trabaja y cuyo padre, albañil de profesión, está harto de mantenerle. Hasta que un día al abrir el frigorífico se encuentra con unos zapatos y ve su cuarto vacío de muebles, por lo que tiene que comenzar a trabajar en una obra, donde encuentra sus nuevos compañeros. Dado el presupuesto, los actores son los mismos directores del filme.