Ni el viento ni Netanyahu logran detener el avance de una Flotilla que llegará a Gaza con 50 barcos

Tres grandes vientos barren el mar Mediterráneo y los tres han golpeado a la Global Sumud Flotilla, que de nuevo se ha visto forzada a detener su rumbo a Gaza por un pronóstico meteorológico amenazante.

Público, Néstor Prieto Amador, 18-09-2025

Las corrientes de aire que recorren el continente europeo se intensifican al llegar al Mediterráneo por el efecto de embudo que provocan las montañas. La tramontana, comprimida entre los Pirineos y los Alpes; el bora, que se abre paso entre los Alpes y los Alpes Dináricos; y el meltemi, que se cuela impetuoso por el canal del Bósforo. Los tres han castigado a la Global Sumud Flotilla, detenida desde la madrugada del jueves 18 de septiembre en aguas sicilianas, donde han convergido los 25 barcos que partieron de Barcelona y Túnez con las 17 naves de la expedición italiana.

El viento de tramontana golpeó nada más zarpar de Barcelona. Apenas unas horas después de soltar amarras, el 31 de agosto, varios barcos tuvieron que dar media vuelta. Algunos pequeños veleros, preparados a contrarreloj para la travesía, no resistieron la tormenta y regresaron maltrechos a puerto, sin volver a zarpar.

El bora ha tomado ahora el relevo. Este viento seco y racheado del noreste azota el mar Jónico, y mantiene a los 42 barcos de la Flotilla –contando los navíos procedentes de España, Túnez e Italia– fondeados en el extremo oriental de Sicilia, esperando con impaciencia una tregua del mar. Esta nueva pausa, que ya supera las 30 horas de duración, prolonga aún más el calendario de la expedición humanitaria, que acumula once días de retraso sobre el calendario previsto inicialmente.

Y las malas previsiones no dan tregua. El tercero de los grandes vientos, el meltemi, acecha desde el este. Este viento estacional del Egeo amenaza con cruzarse en la ruta prevista de la Flotilla durante el fin de semana, pasada la isla griega de Creta. El pronóstico indica rachas de más de 40 nudos y olas que podrían superar los tres metros. Capitanes y organizadores consultan con obsesión las aplicaciones de navegación, con la esperanza de que el alarmante rojo que tiñe los mapas de viento empiece a disiparse.

“El Mediterráneo es complejo por su orografía y, a finales de verano, como estamos ahora, el agua está muy caliente; si entra una baja presión con aire frío puede generar tormentas muy violentas”, señala Jordi Coronas, patrón de barcos y concejal de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), embarcado en la Global Sumud Flotilla.

“Para que la misión cumpla su objetivo es clave que la mayoría de barcos lleguen juntos. Con estas condiciones muchos se habrían separado y habrían acabado averiados”, explica Coronas mientras revisa el parte meteorológico en su teléfono.

Pese a los imprevistos, la Global Sumud Flotilla sigue creciendo y espera llegar con unos 50 barcos a las costas de Gaza. A los 42 navíos atracados en Sicilia hay que sumar seis embarcaciones que ya han partido de Grecia, y otro pequeño grupo de veleros que confían en ser reparados en Túnez e Italia.

De no haber más paradas, la Flotilla espera avanzar a un ritmo lento pero sostenido que le permita llegar en bloque a Gaza en unos diez días de travesía. “Nuestro objetivo sigue siendo el mismo, romper el bloqueo israelí y abrir un corredor marítimo humanitario con nuestros hermanos y hermanas de Gaza” sostienen desde la organización.

“Es un equilibrio muy difícil”, señalan fuentes de la organización. “Por un lado, mantenemos el sentido de urgencia por la invasión a gran escala de la ciudad de Gaza, el aumento del genocidio y los retrasos de nuestra misión. Y, por otro lado, la necesidad de asegurarnos de que romperemos el bloqueo con un número considerable de barcos”, afirman. Con el actual pronóstico se cree que varios pequeños veleros –el tipo de barco más numeroso en la Flotilla– sucumbirían a las inclemencias del mar.

En el Adara, la vieja goleta turca desde la que se escribe esta bitácora, los tripulantes se reúnen cada mañana en la cubierta del barco para actualizar los datos de navegación y repasar los protocolos de seguridad. Tras ello, dedican un rato para poner en común las preocupantes noticias que llegan desde Palestina.

Bajo el salitre y el sol se enteran de que Naciones Unidas ha vuelto a calificar de genocidio la ofensiva israelí en Gaza, que la relatora de la ONU, Francesca Albanese, ha detallado –en base a estimaciones de académicos y científicos– que la verdadera cifra de muertos en Gaza podría rondar los 680.000, o que el Gobierno de Netanyahu ha anunciado públicamente las prisiones donde quiere encarcelar a los participantes de esta Flotilla. “Lo único bueno de estas noticias es que nos ratifican con esta misión pese a todos los problemas organizativos y los retrasos”, dice una de las embarcadas.

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