Matanza en altamar: detenidos 19 'patronos' acusados de arrojar por la borda a 50 inmigrantes en plena travesía
La Policía, que considera que eran los jefes del cayuco que apareció a la deriva en Gran Canaria el 24 de agosto, les imputa homicidios y torturas
Canarias 7, , 17-09-2025No fueron accidentes ni muertes fruto de las durísimas condiciones del viaje de once días a Canarias desde las costas de Senegal. No. Fue según relatan los investigadores a este periódico una «verdadera matanza» orquestada por los ‘patronos’ del cayuco para aligerar la ‘carga humana’ de la embarcación, en la que viajaban niños y mujeres, y mejorar así sus opciones de llegar a aguas del archipiélago español o simplemente para desprenderse de los pasajeros que consideraban que portaban mal fario a la expedición.
El medio centenar de inmigrantes considerados ‘desaparecidos’ del cayuco rescatado el pasado 24 de agosto en aguas próximas a Gran Canarias fueron en realidad arrojados por la borda vivos o directamente asesinados antes de ser lanzados al mar por negarse a aceptar órdenes, según han relatado los supervivientes que viajaban en esta precaria embarcación, que llegó a aguas de Canarias con 248 personas a bordo, aunque uno de los pasajeros murió posteriormente en el hospital.
No fueron accidentes ni muertes fruto de las durísimas condiciones del viaje de once días a Canarias desde las costas de Senegal. No. Fue según relatan los investigadores a este periódico una «verdadera matanza» orquestada por los ‘patronos’ del cayuco para aligerar la ‘carga humana’ de la embarcación, en la que viajaban niños y mujeres, y mejorar así sus opciones de llegar a aguas del archipiélago español o simplemente para desprenderse de los pasajeros que consideraban que portaban mal fario a la expedición.
El medio centenar de inmigrantes considerados ‘desaparecidos’ del cayuco rescatado el pasado 24 de agosto en aguas próximas a Gran Canarias fueron en realidad arrojados por la borda vivos o directamente asesinados antes de ser lanzados al mar por negarse a aceptar órdenes, según han relatado los supervivientes que viajaban en esta precaria embarcación, que llegó a aguas de Canarias con 248 personas a bordo, aunque uno de los pasajeros murió posteriormente en el hospital.
Las causas de estas muertes, según los testimonios recabados, estarían relacionadas con supersticiones que señalaban como «brujos» a determinados tripulantes cuando ocurrían incidentes durante la travesía, tales como averías del motor, escasez de alimentos o mal tiempo. Asimismo, se «documentaron homicidios por el simple hecho de que algunas personas protestaran o mostraran su disconformidad con las condiciones del viaje».
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