Los partidos políticos con presencia en la corporación de Monforte valoraron ayer con cautela la decisión de la Xunta de abrir en esta localidad un centro con capacidad para 80 para menores extranjeros, el primero que habrá en Galicia específico para inmigrantes que no han alcanzado todavía la mayoría de edad. El alcalde, José Tomé, evita pronunciarse por ahora, mientras que en el PP local dicen entender que pueda haber preocupación pero les parece un paso necesario, en el BNG piden que se garantice una atención «digna e integradora» para los menores que lleguen y en Esperta Monforte dicen comprender la necesidad de aliviar la situación de sobresaturación de los centros de menores existentes en Canarias.
La portavoz municipal del PP, Katy Varela, recuerda que la capacidad de acogida de menores inmigrantes que tiene ahora la Xunta está al 108% de su capacidad y que la administración gallega tiene la obligación de buscarle sitio a otros 317 más. «Hai comunidades autónomas que se revolven contra este reparto imposto polo Goberno central, pero o certo é que hai unha sentenza do Tribunal Constitucional que as obriga a facerse cargo», explica.

En este contexto, a Katy Varela le parece que el edificio de Prodeme es una opción lógica: «A Xunta ten a necesidade de buscar prazas con rapidez e Prodeme quérelle dar un uso a ese edificio».

La portavoz del PP, que además es diputada en el Parlamento de Galicia, dice entender que una decisión así pueda provocar preocupación en Monforte. «Hai xente que xa me están trasladando esta preocupación —admite—, pero a Xunta ten que cumprir coas súas obrigas legais».

BNG: «Cidade solidaria»

Por su parte, el BNG de Monforte defiende en primer lugar que esta debe «seguir sendo unha cidade solidaria e aberta» y sostiene que la acogida de menores migrantes no acompañados «pode ser positiva se se garante unha atención digna e integradora, con recursos suficientes e planificación seria, evitando que se convertan en espazos pechados ou guetos que dificulten a convivencia».

Los portavoces locales del Bloque piden coordinación entre las distintas instituciones públicas y reclaman a la Xunta que no utilicen a estos menores como arma de confrontación política con el Gobierno central y creen que la administración gallega ha tenido tiempo «para planificar con responsabilidade, e non é aceptábel que agora se pretenda improvisar nun asunto tan sensible».

En el lado bueno, en el BNG tienen en cuenta que la llegada de estos menores «pode reforzar o noso sistema social e educativo, ao supor a contratación de profesionais como psicólogos, pedagogos, educadores e persoal de atención diaria». En esta formación política precisan que no hablen de economía o de negocios, sino de «de investimento social, porque garantir dereitos ás crianzas máis vulnerables tamén significa crear cohesión e oportunidades para Monforte».

En esta formación advierten en todo caso que estarán atentos para la acogida de estos menores se haga con dignidad, transparencia y responsabilidad.

Esperta: «respecto absoluto»

En cuanto a Esperta Monforte, esta formación manifiesta su «respecto absoluto ás decisións tomadas polo Goberno central» en esta materia y su «apoio absoluto ás medidas tomadas para axudar a paliar a situación que padecían en Canarias». Y no tienen ninguna intención, añaden, de «entrar a valorar a disputa que manteñen os partidos de ámbito nacional».