«Usted, señor Caldera, está huido, desaparecido, escondido. Váyase, señor Caldera». Esta frase resume las duras críticas de Ana Pastor al ministro de Trabajo, que acudió al Congreso a dar explicaciones por la llegada masiva de inmigrantes. La portavoz del PP anunció que, si no dimite o es destituido por Zapatero, pedirá la «inmediata» reprobación de Caldera por su «fracaso estrepitoso».


El ministro negó que exista un efecto llamada provocado por el proceso de normalización que legalizó a casi 600.000 sin papeles; lo que que hay es un «efecto huida» del hambre y la miseria que padece el continente africano. Esa es la causa última, en su opinión, de la «inmigración desesperada» a Canarias, donde la situación es, según reconoció, «preocupante, muy difícil y muy grave».


Pastor aseguró que en España hay más de un millón y medio de indocumentados y exigió a Caldera que dijera si esa es la cifra aproximada. «Podemos decir que el número de extranjeros en situación irregular es bajo», le contestó el responsable de Trabajo, basándose en los estudios del demógrafo José Antonio Fernández Cordón, «el más prestigioso» del país.


8.000 millones


Caldera anunció que los Gobiernos central y canario llevarán una propuesta conjunta a la reunión del Consejo Superior de Inmigración para trasladar a las comunidades autónomas a parte de los 750 menores indocumentados que se encuentran en las islas. El ministro resaltó la contribución de los inmigrantes a la buena marcha de la economía española, que ilustró con numerosos datos. Así, anunció que los extranjeros aportarán este año a las arcas de la Seguridad Social 8.000 millones de euros. También recordó que los gobiernos del PP regularizaron a casi medio millón de indocumentados.


El portavoz de Coalición Canaria, Román Rodríguez, pidió al Gobierno que «movilice todos los medios posibles» para atender una «crisis gravísima». Y advirtió: «No estamos dispuestos a asumir en solitario un asunto que es de todos».