La mentira sobre la inmigración

Durante estos años la democracia liberal sostuvo un engaño a sabiendas, el de un pluralismo racial que reduciría conflictos

La Razón, , 09-09-2025

Sé que no se entenderá, pero creo que, si un famoso llega a los cien años, los periodistas deberían tener la libertad de titular «Por fin se muere fulano de tal». No por crueldad, sino como reconocimiento a una vida tan larga que da algo de rabia. Aunque demasiado amor puede matarnos, un poco de sinceridad no debería hacernos daño.

Resulta un poco ridícula la izquierda del dedito «levantao» que nos señala con tono machacón lo indignantes que son las expresiones de malestar popular contra Pedro Sánchez. No sé si les resuelve algo el recurso a la autoficción indignada, ese pedir el bote de sales en público, como si así resolvieran el descontento social de fondo. Me pregunto a quién le hablan cuando admiten, a regañadientes, que el viento ya no sopla a su favor.

Las protestas no son solo ruido; reflejan una frustración estructural que acumula los sueños rotos de una generación de jóvenes condenados al alquiler, el malestar de la propia izquierda ante sus escándalos de corrupción y la desconexión de una política desmaterializada que convierte en asunto de conversación la última pijada que se le ocurra al gabinete de Semillas.

La respuesta de Sánchez, encastillado en Moncloa, parece ser la producción acelerada de «moñecos», en este caso con la excusa de la política exterior. Eterna campaña hueca que vive como zombi solo en los entornos de la comunicación digital, la espectacularización y lo teatral. En línea con el último moñeco planteado por el presidente, tenemos la flotilla por Gaza que partió de Barcelona, vinculada a la «Gauche Divine Colau Upper Diagonal». Sin duda, la más extraordinaria a nivel global de todas las acciones. Como un embudo cósmico, ha concentrado en un solo punto y momento un despliegue de talento sin igual. Imagina a Marina Abramovic, Umelec, Yoko Ono y Hirst, todos juntos, resonando al ritmo de música dance, impulsados por un M de extraordinaria calidad. Un espectáculo de «performers» que trasciende fronteras, un verdadero orgullo para España.

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