Trump recupera al Tío Sam para reclutar agentes de inmigración como una nueva policía política

El departamento de Seguridad Nacional lanza una campaña para inscribir 10.000 nuevos agentes que será claves para aumentar el número de deportaciones o bien se encargarán de someter a aquellas ciudades demócratas que el presidente considera enemigas.

Público, Antònia Crespí Ferrer, 08-09-2025

El Tío Sam ha pasado de ser un reclamo para luchar contra los nazis a un elemento más de la guerra de Donald Trump contra las personas migrantes. “Necesitamos que tú los hagas fuera”, dice la nueva versión del famoso cartel, que ahora busca reclutar a 10.000 nuevos agentes de inmigración (ICE, en sus siglas en inglés). En redes, el departamento de Seguridad Nacional compartía otro anuncio donde aparecen los nuevos vehículos de ICE, rotulados en dorado con un “Defender la patria”. Mientras los coches avanzan por el Mall, suena el rapero DaBaby: “Mejor no aparecer con un cuchillo / Porque yo llevo pistolas a las peleas”.

La maquinaria propagandística para engrosar las filas de ICE pone de relieve cómo la campaña de deportaciones masivas de Trump está entrando en una fase totalmente nueva. Originalmente, ICE estaba enfocado a los procesos legales de inmigración, ahora es una herramienta política. El presidente estadounidense está transformando ICE en una especie de nueva policía para actuar a demanda: ya sea para aumentar los números de deportaciones o bien para someter aquellas ciudades que considera enemigas. Es decir, los grandes bastiones demócratas, como Los Ángeles, Washington, Chicago o Nueva York.

Los despliegues de la Guardia Nacional en Los Ángeles y Washington han estado acompañados por el desembarco de numerosos agentes de ICE. A diferencia de los soldados, ICE puede ser movilizado con mucha más facilidad y sin la necesidad de recurrir a ninguna proclamación de emergencia. El domingo pasado, la secretaria de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, ya anticipaba que ampliará las actuaciones de inmigración en Chicago. “Ya hemos tenido operaciones en curso con ICE en Chicago, en todo Illinois y en otros estados, asegurándonos de que estamos cumpliendo nuestras leyes, pero tenemos la intención de agregar más recursos a esas operaciones”, decía Noem.

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Mientras Chicago contiene el aliento ante la posibilidad de que Trump envíe la Guardia Nacional, el DHS ya prepara el terreno con un aumento de las redadas de ICE. En Los Ángeles se siguió un patrón similar: se incrementaron las detenciones de inmigración para caldear el ambiente hasta que estallaron las protestas en las calles. Cuando se produjeron los primeros disturbios, Trump obtuvo la excusa ideal para enviar la Guardia Nacional en contra de la voluntad del gobernador demócrata, Gavin Newsom.

A diferencia de Washington, que es un distrito federal, es decisión de los estados y no del presidente si se sacan los soldados a las calles. Esta misma semana, un juez de San Francisco declaró ilegal el envío de la Guardia Nacional a Los Ángeles que hizo Trump en junio. Con este precedente judicial, ahora la Casa Blanca parece contenerse un poco más con Chicago. Pero mientras el presidente se decide, los agentes de inmigración ya entran en juego.

(Foto de ARCHIVO)26 August 2025, US, New York: A family weeps after their loved one, a migrant from Ecuador, is detained by ICE after his immigration court hearing at the Jacob Javits Federal Building in New York. Photo: Carol Guzy/ZUMA Press Wire/dpa26/8/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN
Una familia llora después de que su ser querido, un migrante de Ecuador, es detenido por ICE en Nueva York. (Foto de ARCHIVO) .Carol Guzy / DPA vía Europa Press
Actualmente, ICE cuenta con unos 20.000 agentes, mientras que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) cuenta con 60.000, incluidos unos 19.000 agentes fronterizos encargados de patrullar el muro. Para poder convertir los agentes de inmigración en un brazo policial y aumentar su presencia en las calles, la administración está poniendo toda la carne en el asador para engrosar las filas del cuerpo a marchas forzadas.

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Desempolvar el Tío Sam y usar anuncios con canciones de rap no solo es una manera de intentar fomentar los alistamientos, sino también de resignificar el cuerpo. Trump está convirtiendo ICE en un elemento central del imaginario trumpista, retratándolo veladamente como su propia policía política. En el anuncio que compartió el DHS, la cámara enfoca al final del vídeo el nombre que hay rotulado en dorado sobre el cristal trasero de la camioneta: Donald J Trump.

Con una campaña así como reclamo, el imaginario con el que muchas de las personas se apuntarán será muy distinto al de hace unos años. Ya no es la simple tarea administrativa de hacer cumplir la legalidad vigente, sino la misión de defender la patria de una supuesta invasión. Es la oportunidad para servir como un soldado más en las filas del presidente Trump. Se desdibuja la neutralidad, y se pasa de querer servir en las fuerzas del orden del país, a servir en las fuerzas del orden Trump. Ahora bien, todo el arsenal se está pagando con dinero público del contribuyente.

La campaña de reclutamiento nace de la nueva partida presupuestaria de unos 30 millones de dólares que Trump logró aprobar en el Congreso en la llamada Big Beautiful Bill. Se trata de la macroley fiscal que amplía la rebaja de impuestos de 2017 en beneficio de las grandes fortunas y a costa de dejar 11 millones de estadounidenses sin cobertura médica. Los 30 millones se enmarcan en el presupuesto de 170.000 millones de dólares destinado a reforzar la frontera y deportar a migrantes aprobados en el marco del nuevo plan fiscal.

Si el nuevo tinte ideológico no es suficiente, también hay una serie de incentivos económicos para los nuevos reclutas. La página web para alistarse destaca una serie de beneficios, como un bono de ingreso de 50.000 dólares o hasta 60.000 dólares para pagar préstamos estudiantiles. Además, se prometen “salarios competitivos y un atractivo paquete de beneficios que incluyen seguro médico, dental, de visión, de vida y para cuidados de larga duración, un plan de jubilación” y otras prestaciones. Queda por ver la letra pequeña, pero el método de captación se asemeja mucho al sistema de recompensas que tiene el ejército para reclutar nuevos soldados.

La web ofrece las diferentes posiciones dentro del cuerpo a través de la opción “elige tu misión”, como si se tratara casi de la pantalla de inicio de un videojuego. El único requisito para inscribirse es tener entre 21 y 40 años. El anuncio también advierte a los futuros agentes que deben esperar “cierto nivel de riesgo en el trabajo” y que se buscan personas que “estén comprometidas con su misión de proteger a América del crimen transfronterizo y la inmigración ilegal que amenaza la seguridad nacional y la seguridad pública”.

A pesar de que la administración Trump quiera aumentar rápidamente el número de efectivos, los datos dicen otra cosa. Un informe del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional concluyó que para conseguir llegar a los 10.000 nuevos agentes sería necesario entrevistar a “medio millón de personas”. Para acelerar este proceso, el DHS está introduciendo cambios en la formación de los nuevos agentes. Normalmente, los recién llegados recibían unos cinco meses de formación sobre la aplicación de la ley federal. Ahora se ha reducido este tiempo a la mitad, en gran parte eliminando los cursos de español.
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