Israel abre «las puertas del infierno» en Ciudad de Gaza

El ejército bombardea varias torres residenciales en el principal núcleo urbano del enclave mientras Hamás difunde un vídeo con dos rehenes

Diario Vasco, Mikel Ayestaran, 05-09-2025

Israel Katz ha aprovechado el día 700 de operación militar en la Franja para anunciar la apertura de «las puertas del infierno» en Ciudad de … Gaza. El ministro hebreo de Defensa ha compartido en redes sociales un vídeo con el momento en el que los misiles impactaron en la torre Mushtaha, de doce pisos, y la redujeron a escombros. «Comenzamos», ha escrito. Poco después ha advertido que «una vez que la puerta se abre, no se cerrará, y la actividad del ejército se intensificará hasta que los asesinos y violadores de Hamás acepten las condiciones de Israel para poner fin a la guerra».

Los islamistas, por su parte, han conmemorado los 700 días de guerra con la publicación de un vídeo en el que aparecían dos rehenes vivos y uno de ellos leía ante la cámara un mensaje: «Esto es todo lo que queremos, solo queremos que termine, queremos volver con nuestras familias. Por favor, llévennos de vuelta».

Mientras los medios israelíes informaban de un nuevo intento de Estados Unidos por alcanzar un acuerdo, la operación militar en Gaza entraba en el «momento decisivo», en palabras de Benjamín Netanyahu, en referencia a la invasión del mayor núcleo urbano, que el primer ministro llama «capital de Hamás». Más de 900.000 civiles sobreviven en un lugar donde mueren cada día decenas de personas, por los bombardeos o por hambre. El portavoz militar, Effie Defrin, ha señalado que «hoy controlamos el 40% de Ciudad de Gaza (…) La operación continuará expandiéndose e intensificándose en los próximos días».

Tras varias semanas arrasando barrios como Zeitoun o Sheikh Radwan, el ejército ha dado un paso más y ha puesto en su punto de mira los edificios más altos de la ciudad, grandes bloques que servían de refugio para cientos de familias. Por la mañana, previa orden de evacuación, acabó con la torre Mushtaha y a las pocas horas ordenó la salida de otro bloque de 16 pisos. La explicación del ejército es que se trata de «infraestructura de Hamás», sin aportar prueba alguna.

La operación se endurece y Hamás reaccionó con un vídeo de propaganda en el que aparecían Alon Ohel y Guy Gilboa Dalal, dos de los rehenes que siguen vivos después de 700 días de cautiverio. Los islamistas mantienen abierto el frente de la guerra psicológica, pero hasta ahora no han conseguido que los cautivos sean prioritarios para Netanyahu. Los responsables de Defensa de Israel han pedido a los dirigentes políticos que acepten un acuerdo para devolverlos vivos a sus casas y las familias, que organizaron una nueva jornada de protesta, pidieron un alto el fuego porque piensan que las intervenciones en Ciudad de Gaza «son una amenaza directa» para sus seres queridos.

El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha escrito en su perfil de X que «el terror psicológico de Hamás pretende que detengamos la operación en Gaza. La respuesta justificada: ocupación total, represión total, fomento de la migración masiva. Solo así ganaremos, y solo así traeremos a los rehenes con seguridad». La apuesta por el uso máximo de la fuerza no ha conseguido en estos 23 meses la liberación de cautivos.

Las autoridades del Estado judío sueñan con el plan de Donald Trump para convertir Gaza en la Riviera de Oriente Medio, previa expulsión de dos millones de palestinos. Washington trató en su momento de convencer a egipcios y jordanos para acoger a los gazatíes, pero ambos países mantienen una respuesta negativa firme. «El desplazamiento no es una opción, es una línea roja, y no permitiremos que suceda», ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, quien ha explicado que esa maniobra «significa la liquidación y el fin de la causa palestina, y no hay fundamento legal, moral ni ético para desalojar a la gente de su patria».

Estas palabras no han sentado bien a Netanyahu y su oficina ha emitido un comunicado en el que ha acusado a sus aliados egipcios de preferir «encarcelar en Gaza a los residentes que desean abandonar la zona de guerra contra su voluntad». Según el texto, el primer ministro israelí defiende «la libre elección de cada individuo para decidir dónde vivir. Este es un derecho humano fundamental en todo momento, especialmente en tiempos de guerra». El jefe del Ejecutivo hebreo ha olvidado que la inmensa mayoría de habitantes de Gaza son refugiados que fueron expulsados de sus tierras en 1948 y 1967.

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